Opinion

Chihuahua incendiado … y viene más deuda

Javier Cuéllar Moreno/
Analista Político

2016-10-15

Vaya polémica la que se traen el gobernador licenciado Javier Corral Jurado y el presidente municipal de Juárez, Armando Cabada Alvídrez: que si el presidente es lacayo del exgobernador, que si es independiente en el área de su competencia, que sí, que no, lo más seguro es que quién sabe. Dimes y diretes van y vienen mientras que el crimen organizado, y el desorganizado, se sirven con la cuchara del menudo, desatando una racha de violencia que hace algunos años no se veía en el estado.
Nada más en la primera quincena del mes de octubre, y más concretamente en los últimos diez días, suman más de 60 asesinatos en el estado, de los cuales más de la mitad se registraron en nuestra fronteriza ciudad y en El Valle.
De hecho un violento y espectacular, por lo salvaje, enfrentamiento se dio en las inmediaciones de la ciudad de Madera en un lugar conocido como Las Pomas ubicado a seis kilómetros de la carretera de Madera al Ejido El Largo Maderal en lo que se conoce como una parte de la Sierra Occidental del estado, donde bandas criminales fuertemente armadas se enfrentaron entre ellas y ambas contra la policía, con un saldo de por lo menos cinco personas asesinadas aunque los lugareños informan que fueron alrededor de diez y cuatro vehículos calcinados y otros daños que no han podido ser cuantificados ni en bajas humanas ni en lapidaciones.
Esto coloca a nuestro estado en el índice de los cincuenta territorios más violentos del país al grado que aplica para que el Gobierno Federal implemente una serie de operaciones conjuntas para pacificar el estado que, actualmente y a tan sólo en unos días, algunas regiones se convirtieron en tierra de nadie.
El estado de paz y seguridad pública que a duras penas estableció la administración del licenciado César Duarte Jáquez se ha roto y no se ve, al menos por ahora, la voluntad política y la certeza de restaurarlo. Lo más grave en medio de este pleito político es que en la zona norte de la Fiscalía General del Estado el mando permanece acéfalo, sin rumbo ni dirección.
Aunque desde el viernes, las autoridades locales, encabezadas por militares y policías federales, se pusieron de acuerdo para operar aquí acciones conjuntas contra la delincuencia, el Estado y Municipio deben dejar de lado sus cuestiones relativas a egocentrismos y enfrentar a los integrantes del crimen organizado y desorganizado que están haciendo de las suyas.
A este tipo de crímenes desatados –ejecuciones y asesinatos– les corresponde combatirlos e investigarlos a la justicia del fuero común y a la del fuero federal por tratarse en la mayoría de los casos de crimen organizado y porque el homicidio es un delito natural del fuero común, aunque la preservación del orden público corresponde a ambas instancias por igual.
Bueno fuera que las instancias persecutorias del delito zanjaran todos sus diferendos para que se pusieran de acuerdo en reprimir la perniciosa acción del crimen organizado y desorganizado; que de alguna manera se firmara un armisticio que permitiera a la población, que vive de buena fe, vivir en paz y dedicarse al trabajo, pero no, mientras ellas se pierden en disputas competenciales y en reclamo de reverencias, los criminales están haciendo de las suyas convirtiendo a Chihuahua y a nuestra comarca fronteriza en una imitación de Tamaulipas.

Ustedes pelean y nosotros ponemos los muertos
No sabemos si el pleito competencial de reverencias lo ganará Armando Cabada o Javier Corral, pero por lo pronto la guerra fratricida la están ganando los criminales y la estamos perdiendo los chihuahuenses y los juarenses llevándose la peor parte los maderenses y los vallejuarenses. Que mientras nuestros gobernantes se pelean, ellos son los que están poniendo los muertos. Urge que se pongan a trabajar en serio; César Augusto Peniche, el nuevo fiscal general en el estado, debe justificar su nombramiento y Jorge González Nicolás, su designación en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
A estas alturas del partido, Corral y Cabada ya se dieron cuenta que gobernar el estado de Chihuahua y Juárez no va a ser cuestión de declaraciones más o menos afortunadas. Gobernar les va a requerir un esfuerzo supremo de ambos y más les vale dejar de lado su orgullo y su vanidad independientemente de quién tenga la razón o no –que de suyo la tiene el señor Cabada–, eso va a ser lo de menos.
Creo que ambos deberán superar cualquier rescoldo de soberbia y tomar el toro por los cuernos y afrontar la problemática estatal y citadina como una genuina mancuerna para que ambos puedan sacar sus compromisos populares adelante cumpliéndole a la ciudadanía lo mejor que se pueda y aun así va a estar difícil y más difícil estará si la problemática natural de sus encargos los agarra desunidos y hasta enemistados. Por lo pronto la primera escalada de violencia ya los agarró como al Tigre de Santa Julia.

Plataforma o sepultura de futuros políticos
El amor a Chihuahua y a Juárez debe ser superior a sus orgullos lastimados y además no se debe perder de vista que ambos gobernantes tienen un enemigo en común: el poderoso sistema político mexicano que va a estar pendiente de ambos para recuperar Chihuahua y Ciudad Juárez en las próximas elecciones, pues el pueblo quiere, además de unas administraciones honradas, que sus gestiones sean eficientes, máxime cuando ambos mandatarios quieren que sus administraciones les sirvan de plataforma para emprender futuras y más ambiciosas metas políticas, a saber, Cabada la reelección y la próxima gubernatura, y Javier Corral, otra senaduría y la Presidencia de la República, según ha trascendido en pláticas de muchos de sus correligionarios.
Al efecto les puede servir de mucho analizar el pensamiento de Eurípides (480-406 a. C.), famoso dramaturgo griego de la antigüedad que nos dice: “El rey debe tener presente tres cosas: que gobierna hombres, que debe gobernarlos según la ley y que no gobernará siempre”. Ahí se las dejo de tarea.

… Y viene otro crédito
Apenas han pasado trece días de que el gobernador Javier Corral Jurado tomó posesión de su cago y ya proyecta endeudar más al erario público estatal con un nuevo financiamiento de mil 800 millones de pesos. Su secretario de Hacienda explicó que ese nuevo crédito es necesario para atender el gasto corriente de este último trimestre del 2016 de su incipiente gobierno.
Todos sabemos que una de sus críticas principales al sexenio del exgobernador César Duarte fue el grave endeudamiento en que incurrió durante su mandato que se elevó a 46 mil millones de pesos, aunque la administración saliente sólo reconoció como tal 23 mil millones de pesos. Ante esta diferencia, lo más seguro es que quién sabe porque este es un renglón que aún debe transparentarse.
Pero ahora surgen otras dudas. ¿Será necesaria realmente esta nueva deuda? Se nos había dicho que de la bursatilización de 6 mil millones de pesos se iba a dejar la mitad de ese monto para que la gestión de Corral pudiera enfrentar los gastos del fin de año.
¿Qué no hay otras maneras de hacer frente a la necesidad de recursos económicos frescos? Tal parece que para esta administración no, porque luego luego al recurso fácil del endeudamiento. Bien dicen que: “no escupas para arriba porque en la cara te puede caer”. ¿Con qué cara criticó Corral a Duarte? Apenas en junio pasado, ya como gobernador electo, pedía al Congreso del Estado detener “la espiral absurda del endeudamiento de la entidad” porque, según dijo en ese entonces, con esa iniciativa se iba a lesionar seriamente el futuro de toda la sociedad.
En este contexto, la petición de este nuevo endeudamiento que ahora nos plantea el nuevo gobierno respaldado en participaciones federales es tan opaco que se debe explicar qué hay detrás. ¿Realmente existe un déficit de hasta 7 mil millones?
Al menos se deberían transparentar las razones del empréstito planteado y las razones por las que su tesorería no se pone a trabajar en la búsqueda de otras alternativas para compensar esa necesidad de recursos frescos en vez de andar pidiendo prestado como lo hizo la administración de Duarte, que tanto criticó en su campaña precisamente por este tema de la deuda.
Además, ¿dónde quedó la austeridad? “Es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas”: Benjamín Franklin.

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