Opinion

Volatilidad política

Olga Tuda

2016-09-19

Los recientes procesos electorales y la proximidad de la toma de posesión de los gobiernos chihuahuenses, tanto del estado como de los ayuntamientos, pone de manifiesto un cambio brusco en las preferencias del electorado. Se muestra un cambio en el comportamiento de los ciudadanos, dejando en evidencia un transfuguismo político.
En el argot político, está de moda el término de volatilidad política, acuñado por el profesor Scott Mainwaring de la Universidad de Notre Dame de los Estados Unidos, quien formuló la tesis de “electoral volatility”, para el estudio de la inconsistencia, fragmentación y volubilidad del voto popular en los procesos electorales.
Esta volatilidad electoral se vio por primera vez en nuestra ciudad en 1983, en el estado de Chihuahua 1992 y en el país, a partir del 2000, en que ganó por primera vez un partido diferente al PRI, el PAN.
En la actualidad, las redes sociales y otras herramientas de internet juegan un papel importante en esta volatilidad política. Las noticias de los últimos acontecimientos vuelan hoy rápidamente y se esparcen como reguero de pólvora. Son provenientes de todo el mundo y llegan a todas las poblaciones, sin distinción alguna.
De esta manera, la problemática social queda al descubierto y no es un secreto para nadie. La libertad de expresión genera controversia y da pie a la opinión de cuantos así lo deseen.
Este fenómeno, genera una inestabilidad ocasionada por los cambios imprevistos que suelen suceder en el manejo de la información. Lo que propicia una decadencia en los partidos y el fortalecimiento de los liderazgos personales, y que no es exclusivo de nuestro país, sino que se refleja a nivel mundial.
Los nuevos gobiernos tienen en sus manos, al igual que los ciudadanos, una herramienta que hace más fácil la comunicación entre ambos y que exige ser utilizada para bien de todos y por ambos lados.
Las demandas sociales generan cada vez una presión mayor que exige eficiencia de los gobernantes. La diversidad de pensamiento y condiciones económicas, sociales y profesionales, hacen inminente el aporte de nuevos programas que garanticen una respuesta rápida a las necesidades de la sociedad.
Identificar los objetivos de gobierno conlleva una planeación que considere los beneficios sociales en un lapso de tiempo que tome en cuenta la urgencia de ellos.
“La planeación apropiada evita una ejecución deficiente”. (McCullough, Mamie). Un gobierno que inicia con una misión de objetivos claros, que sabe a dónde quiere llegar, qué quiere cambiar, le interesa o no dar continuidad, lo determina la planeación, que se tiene que hacer antes de su reinado.
Su semejanza con una empresa hace que dé resultados a través de su gente, la cual debe estar preparada dentro de la planeación para ser más efectivos. Es necesario que los integrantes de los gobiernos, sean realmente parte de éstos. Es decir, que traigan impregnado el bien hacer de los procesos que se determinen para dar resultados rápidos y eficientes. El conocimiento de la problemática, el sentido común y la voluntad, son factores importantes para fortalecer el servicio a la comunidad.
La destreza que se tenga para dar soluciones, ya sea temporales o permanentes, serán proporcionales a la edificación de una ciudadanía que más que demandante pueda ser propositiva.
Es importante recoger de inmediato las verdaderas necesidades de un pueblo con carencias, que expresa sus debilidades, defectos y prioridades producidos por el descuido de la insensibilidad ante las causas que las originan.
Las opiniones que deambulan por los medios de comunicación, encuentran una identidad con el sentir de muchos que no se atreven a opinar, pero que se adhieren a esa opinión, multiplicando el efecto por estas mismas vías. Crean así un bloque de unidad, que arrastrará a las minorías a coincidir en la decisión final.
Estamos viviendo una nueva era, una generación cibernauta que exige una mayor velocidad de respuesta. De no ser así, la volatilidad electoral que se vivirá dentro de 2 y 5 años podrá dejar grandes cabos sueltos flotando en el aire y sin aterrizar. La eficacia de la planeación y la eficiencia en el personal que los ejecuta es de primordial importancia, tanta que la continuidad sea imprescindible.

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