Opinion

¿Capital ahorcada?

Sergio Sarmiento

2016-09-19

Ciudad de México– El jefe de gobierno de la ciudad de México aprovechó la presencia del secretario de gobernación en su informe de gobierno para hacer “un llamado respetuoso, pero enérgico para que no se ahorque a la Ciudad de México, para que se respete el acuerdo del Fondo de Capitalidad”.
El Fondo de Capitalidad es un apoyo financiero que el gobierno capitalino negoció con la Secretaría de Hacienda en los tiempos del Pacto por México. En 2016 recibió 4 mil millones de pesos, según lo ha señalado Miguel Ángel Mancera. En el presupuesto de 2017, sin embargo, el Fondo viene sin recursos al igual que varios “proyectos especiales”, como los de las líneas 12, 9 y A del Metro. En total, me dijo ayer el jefe de Gobierno, la Federación está recortando unos 8,600 millones de pesos para la ciudad.
Es difícil saber si este recorte es definitivo o una simple finta para que en la Cámara de Diputados se hagan acuerdos que restablezcan los fondos total o parcialmente. A muchos diputados federales, sin embargo, les parece poco apropiado que la Ciudad de México reciba fondos para "compensar" su condición de capital, la cual tiene enormes beneficios.
La Ciudad de México es, por mucho, la entidad más próspera del país. Basta con cruzar la frontera al estado de México para percibir que los servicios públicos son inferiores. Aun así, el gobierno capitalino pelea por sus fondos y subsidios federales. Es lógico. Así está hecho el sistema.
El gobierno capitalino afirma que aporta más a la federación de lo que recibe de ella. Hay dudas muy serias de que esto sea verdad, pero es tan complejo y opaco el sistema de recaudación y gasto que es difícil tener certeza. De lo que no hay duda es que en la Ciudad de México tributan muchas empresas que obtienen ingresos en todo el país mientras que la centralización del gobierno hace que a la capital vengan todos los ingresos de, por ejemplo, Campeche que produce la mayor parte del petróleo nacional.
La Ciudad de México tiene presupuestado un gasto total de 172 mil millones de pesos para este 2016. La ciudad, dice Mancera, es autosuficiente en un 30 por ciento. La cifra parece muy baja, pero es alta en comparación con otras entidades que llegan a depender en más de 90 por ciento de aportaciones o subsidios de la federación.
El problema de fondo es la forma en que la Ciudad de México obtiene recursos y los gasta. La filosofía es cobrar cifras de extorsión a unos cuantos y regalar los servicios a los demás. Así se hace con el predial, el agua o las tenencias de vehículos. A pesar del aumento del Metro, los 5 pesos actuales no cubren ni una parte del costo real. El resultado es reducir la captación. El gobierno, por otra parte, gasta, enormes cantidades de dinero en subsidios y se queda sin recursos para cumplir con sus responsabilidades fundamentales.
El gobierno capitalino afirma que estas formas de cobrar y gastar el dinero público son correctas porque logran una mayor equidad. Dudo, sin embargo, que estemos viendo una mayor igualdad en la ciudad. Lo que hay es una creciente burocracia, mientras que el deterioro de los servicios fundamentales afecta más a quienes menos tienen. Paradójicamente, mientras que el gobierno dice que hay que distribuir mejor los recursos dentro de la ciudad para una mayor equidad, exige que se aumenten los subsidios a la entidad más rica del país.
Vamos a ver una gran batalla en el Congreso para la restitución del Fondo de Capitalidad, pero no porque sea equitativo o eficaz, sino porque el dinero ayudará en las elecciones del 2018.

De a 20
El peso ha llegado ya a 20 por dólar. Nos dicen que no hay que preocuparnos. Pero mucha gente empieza a pensar que la mejor forma de ahorrar es comprar dólares y meterlos debajo del colchón.
Twitter: @SergioSarmiento
 

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