Opinion

Gobernará con rostro empresarial

Javier Cuéllar Moreno/
Analista Político

2016-08-27

Poco a poco, el alcalde electo de Ciudad Juárez, Armando Cabada, va destapando a las personalidades que formarán su equipo de gobierno, que ejercerá a partir del día 10 de octubre del presente año y, como se ha podido ver, la mayoría son ciudadanos provenientes de la iniciativa privada, extraídos de empresas muy importantes de la localidad, desdeñando acertadamente el designar a gente con “experiencia” en el sector gubernamental porque, como ya sabemos, tienen muy mala experiencia. Al menos en su inmensa mayoría, serían, por así decirlo, bandidos probados. Además la gente desconfía enormemente de los funcionarios con experiencia en puestos políticos. Y entre más experiencia tengan, desconfía más de ellos.
El futuro tesorero de la ciudad sería el señor Óscar Luis Pérez Pérez, cuyo antecedente es la gerencia de la empresa Gas Natural de Juárez, mientras que el siguiente oficial mayor será el señor Víctor Manuel Ortega Aguilar, que es el propietario de la empresa Industrias Eléctricas de Alta Tensión, gente sin pasado que se les pudiera reprochar.
Asimismo, con la recomendación de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el alcalde electo designó a Gerardo Silva Márquez para que asuma la Dirección de Obras Públicas una vez que inicie su administración. El próximo funcionario público es propietario de la empresa Gema Constructores.
Previamente, Cabada había designado al constructor Francisco Duarte Huerta como próximo administrador de la Ciudad, nueva figura que vendrá a sustituir el actual cargo de coordinador de Direcciones. Este empresario, con larga experiencia en el ramo de la construcción y desarrollo de proyectos, asumió, además, la coordinación del equipo de transición del gobierno municipal electo.
Con estos funcionarios, el presidente electo Armando Cabada aspira a recomponer el galimatías que le dejan las anteriores administraciones priistas y panistas que han hecho un derroche y un saqueo de recursos sin que mayormente se vea beneficiada la obra pública ni el bien comunitario. Una mala administración pues.
Lo cierto es que algunos dicen que la falta de “experiencia” en el sector público puede ser un impedimento, pero la mayoría de la gente piensa que esto puede ser todo lo contrario porque no vienen maleados ni con compromisos de contubernio. La administración pública es más fácil que la privada, todo se da a pedir de boca y tienen ejércitos de ayudantes que les hacen el trabajo, sólo se requiere un poco de sentido común y tacto que pudiéramos llamar educación para que las cosas salgan bien, mucho mejor que como estaban, que no pueden haber estado peor. Le deseamos buena suerte al próximo equipo de gobierno. El problema será de liquidez porque las finanzas se encuentran muy maltrechas. Por lo demás, las cosas pueden sacarse adelante con cierta facilidad.

Sorprendente robo de automóviles
En un ambiente de temor y zozobra ocurre el hecho de que un comando de gente armada comete con audacia infinita el robo a mano armada de cuatro camionetas Ford Lobo Platinum, doble cabina modelo 2017 –de esas que todavía no salen a la venta– de las propias bodegas de la concesionaria local, y este hecho es significativo porque demuestra la osadía de alguna banda de ladrones de automóviles y su tremenda peligrosidad.
Lo más sorprendente fue que en el mismo día en que ocurrieron los hechos, la Policía municipal recuperó las camionetas robadas y apresó a tres conductores que llevaban esos primeros tres automotores por el rumbo de Anapra, seguramente rumbo al sur del estado, y la cuarta fue encontrada poco después abandonada en algunas calles de la ciudad. Sin duda, un duro golpe contra el crimen organizado que merece la felicitación ciudadana a la organización policiaca municipal al mando del señor César Omar Muñoz Morales.
En estos vericuetos existe gran expectación por el nombramiento de quien será el próximo secretario de Seguridad Pública Municipal, que es un dato que el alcalde electo Armando Cabada se ha reservado con un celo muy justificable pues gran parte del éxito que tenga como gobernante dependerá de la conducta de este importante mando policiaco, porque de todos es bien sabido que la mayoría de la ciudadanía juzga a un gobierno por el comportamiento de su policía.

Coordinación con el Estado en esta área
En este campo de la seguridad comunitaria debe existir una concatenación muy estrecha entre el gobierno municipal que encabezará Armando Cabada Alvídrez y el estatal que dirigirá el licenciado Javier Corral Jurado, tal como sucede actualmente en esas dos esferas de gobierno, porque la lucha contra la criminalidad debe ser coordinada principalmente entre ambas, bajo pena de fracasar, o bien, de tener muchos tropiezos.
No se ha filtrado a la conseja pública que ambos mandatarios electos estén sosteniendo encuentros al respecto, aun cuando se hayan reunido en dos o tres ocasiones frente a los medios después de sus respectivos triunfos, por lo que el tema de la seguridad futura en el estado de Chihuahua y en Ciudad Juárez es, hasta ahora, un enigma en el cual lo de menos es que estemos enterados con anticipación, sino que lo importante reside en que ambas instancias marchen de la mano en ese campo.
Esto se ve un tanto cuanto difícil puesto que no existe una filiación partidista homogénea en esos dos niveles de gobierno y los vínculos de entendimiento no parecen muy claros. De hecho, en el mejor de los casos se antojan precarios. En este supuesto lo mejor para la comunidad del estado es que los actuales titulares de la Seguridad Pública debieran ser los mismos que ahora dirigen esas corporaciones porque un solo cambio puede malograr toda la obra de pacificación lograda por el licenciado César Duarte Jáquez en sus seis años de gobierno, y que nos ha permitido a los chihuahuenses disfrutar de una paz y una seguridad más que aceptable si nos comparamos con otros estados de la república mexicana que hoy por hoy, padecen serios altercados en la paz pública. Al respecto, las fuerzas federales de nada sirven, pues en realidad, más que una solución, son el problema. Es deseable pues que, ambas designaciones sean más que acertadas, perfectas.

Injusta descalificación del Vivebús
Es lamentable que el Vivebús haya sido calificado en Ciudad Juárez con un 3.6 en una escala de 10 en cuanto a su operatividad y funcionamiento, colocándolo en el noveno lugar, uno de los más bajos en todo el país. La verdad, el servicio no está tan malo y no tiene la problemática que sí se ha observado en la capital del estado, misma que fue considerada en el cuarto lugar con una calificación de 6.4, apenas aprobatoria.
Esto pone de manifiesto que las afectaciones a la circulación vehicular que la implementación de la línea del Vivebús implica para la comunidad en realidad poco han valido la pena, mucho menos para pretender instalar otra segunda línea troncal por la avenida Tecnológico, que es la gran arteria automovilística de nuestra ciudad. Es mucho lo que se invierte, mucho lo que se roban y desperdician y muchísimo más el estorbo que ocasiona como para lograr tan baja aceptación y estima popular, aun cuando algunos ciudadanos consideran que presta mejor servicio que las tradicionales ruteras.
Los criterios de descalificación se antojan un tanto cuanto severos, habida cuenta de que nuestra ciudad no está planeada para la implementación de un sistema de transportación pública como el Vivebús, tan es así que atrofia vías de circulación vehicular que fueron concebidas únicamente para tránsito automotriz y además no existe en realidad una cultura para el uso de la bicicleta como medio de transporte personal popularizado. Y dada su localización en el centro del eje vial Juan Gabriel, principalmente, es difícil implementar el acceso a personas con discapacidad que constituyen en sí un porcentaje muy bajo de la población. Algo se puede hacer, pero no al grado que exigen las nuevas legislaciones con respecto a las personas con capacidades diferentes.

Vivebús contra ruteras
El servicio del Vivebús es mucho mejor que el de las actuales ruteras cacharros. Y las ruteras tampoco tienen facilidades para los ciclistas ni para que se suban las personas con discapacidades, ni tienen ciclovías adjuntas ni rentan bicicletas y los choferes ni siquiera detienen las unidades para que el pasaje trepe a ellas. Y como están muy altas no tienen ninguna ayuda para montarlas. Además, sus asientos en muchos casos están despanzurrados y las unidades lucen perennemente sucias cual trochil de piara y muchos de los choferes, ¡Dios bendito!, son la viva imagen de maleantes de la peor ralea y ni siquiera conocen el agua y el jabón. ¿Así, o más patéticos?
En fin, la mayoría de los usuarios reales del Vivebús lo encuentra rápido, eficiente y barato y lo más importante, le otorgan una calificación mucho más alta que la que le dieron los expertos que al parecer con nada están contentos. El uso intensivo que la ciudadanía le ha dado es toda una calificación aprobatoria en sí misma. Además, no hemos padecido los problemas de boicot que sí ha tenido el Vivebús de la ciudad de Chihuahua.

Retenes antiebrios: inconstitucionales pero necesarios
Entre el pueblo juarense se empiezan a esparcir comentarios negativos respecto de la reimplementación de los retenes antiebrios impostados nuevamente por órdenes del licenciado Javier González Mocken, presidente municipal de nuestra ciudad. Que son inconstitucionales, que se prestan a que los agentes de tránsito cometan abusos y extorsiones. Sí, efectivamente, son todo lo inconstitucionales que ustedes quieran, pero no se ha encontrado otra forma de concientizar a la población de conductores de automóviles para que no manejen en estado de ebriedad ni drogados. Esta gente no entiende más que con sus multotas y unas buenas horas de aplanar el frescobote.
Les han dado cursos de Alcohólicos Anónimos, les han dado cátedras de las terribles cosas que suceden cuando conducen en estado beodo sus carros, se les ha hecho de todo y la cifra de accidentes automovilísticos provocados por ebrios al volante estaba aumentando de nueva cuenta vertiginosamente con el grave saldo de lesionados, muertos y daños materiales a la comunidad y al equipamiento urbano. ¡No entienden con nada!
La medida es inconstitucional, pero en este punto respetarles sus garantías a los choferes borrachines es contraproducente, dicen que manejan mejor cuando están entonados, que si pueden hacer que el auto arranque es porque los pueden manejar y eso, perdónenme señores, es muy grave. No hemos llegado al grado de tipificar como delito el conducir borracho o drogado, pero para allá vamos que volamos y todo por esta caterva de beodos irresponsables que han convertido su manejo en una amenaza pública. ¿Que la medida es recaudatoria? Pues también es cierto, pero nuestra sociedad de alguna manera tiene que defenderse de ellos.

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