Opinion

Las abandonadas

José Ignacio Gallardo

2016-08-23

La dispersión urbana  que presenta Ciudad Juárez es un delicado tema al que pocas veces se le quiere poner la debida atención. Esta frontera tiene décadas de estar creciendo de manera anárquica a tal grado que en estos momentos se ha vuelto insostenible y muy poco viable un ordenado desarrollo urbano.
Se sigue privilegiando un crecimiento que no se encuentra acorde con un debido ordenamiento. Han continuado con la aprobación de desarrollos industriales, comerciales y residenciales en áreas muy alejadas de la mancha urbana, expandiendo un crecimiento que provoca que sea cada vez más difícil y costoso llevar los servicios básicos de infraestructura hasta aquellas zonas tan apartadas.
El problema radica en que dentro de la mancha urbana se encuentran demasiadas áreas despobladas que además de deteriorar la imagen de la ciudad, significan un foco de contaminación porque siempre están llenas de basura y de escombro ya que no están bardeados. 
Además hay otros los inconvenientes de seguir permitiendo que se desarrolle la ciudad de esa forma tan poco ordenada. Por principio de cuentas llevar los servicios públicos a zonas cada vez más alejadas, representa una gran inversión a la ciudad. Los traslados desde esos desarrollos habitacionales a los centros escolares o de trabajo son cada vez más largos y complicados. Claro está que esos largos trayectos significan más tiempo perdido y más gasolina y por ende, más contaminación. Y todo esto afecta en corto y mediano plazo a los ciudadanos, además de que no contribuye en nada a mejorar la imagen de esta urbe.
Esta problemática no se pudiera entender sin el factor de la corrupción que surge en los tres niveles de gobierno para favorecer a intereses privados o inclusive públicos.
Tan sólo hay que darse una vuelta por varias colonias del centro de la ciudad para ver urgente necesidad de un proyecto para repoblar varias zonas dentro de la mancha urbana juarense. Son muchas las casas que se encuentran abandonadas por toda la ciudad, mismas que afectan seriamente la imagen de la colonia y en consecuencia a todo el sector. Esto incide directamente en la plusvalía de las propiedades aledañas ya que también las perjudica.
Con tanta casa desocupada también se propicia la delincuencia ya que muchas de estas viviendas abandonadas, además de ser vandalizadas, sirven de refugio para delincuentes.
Son varios los riegos que representan para los vecinos tantas casas deshabitadas; siempre están llenas de basura, de alimañas y ratas que luego se pasan a los domicilios que sí están ocupados.
De igual manera estas fincas abandonadas se utilizan para cometer actos vandálicos como asaltos y  violaciones. También son usadas por los delincuentes para esconderse una vez que se han cometidos delitos. A estas casas desocupadas les roban de todo: cable, tubería, cristales, marcos de las puertas; en fin se llevan lo que pueden.
Por todo lo anterior, no se puede permitir que la ciudad siga creciendo de esa manera tan poco armoniosa. Urge la creación de proyectos que busquen repoblar muchas áreas de la ciudad e incrementar la densidad urbana de la frontera.
Esto redundará en una mejor calidad de los servicios públicos al evitar largas distancias, además de mejorarse los tiempos de traslado de todos los habitantes.
En las semanas recientes se ha manejado la posibilidad de repoblar la Zona Centro con la creación de edificios multifamiliares y dotar de incentivos a los desarrolladores. Ha descendido considerablemente la cantidad de juarenses que viven en esta parte de la ciudad. Incluso las escuelas ahí carecen de un gran número de alumnos, a diferencia de planteles del suroriente en donde no existen suficientes lugares para tantos alumnos que desean inscribirse.
Algo se tiene que hacer por parte de las autoridades y del gremio de los constructores para detener el crecimiento desordenado de esta metrópoli, ya que no se puede permitir la creación de más fraccionamientos o parques industriales que signifiquen más problemas que soluciones.
Se debe de entender que la ciudad ya no debe seguir propiciando el surgimiento de más viviendas desocupadas. Juárez ya no puede seguir teniendo más abandonadas.

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