Opinion

Evaluar a Segob

Sergio Sarmiento

2016-08-21

Ensenada- Como si fuera un maestro de primaria, hoy le llega el turno de evaluación al gobierno de Enrique Peña Nieto y en particular a la estrategia de negociación que ha encabezado en los últimos meses el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. La gran pregunta es si gobierno y Segob actuarán como la CNTE y se negarán a ser evaluados.
Hoy da inicio el calendario escolar 2016-2017. La gran mayoría de las escuelas empezarán las actividades. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, sin embargo, ha anunciado que no comenzará clases en los territorios que controla: Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán. Hay que añadir la Ciudad de México, donde el sindicato buscará impedir las clases en cuando menos ocho delegaciones.
La ley prescribe con claridad lo que debe ocurrir. Los maestros que no se presenten a trabajar sufrirán el descuento del día correspondiente. A la cuarta falta consecutiva sin justificar, serán dados de baja. Son las reglas de la reforma educativa que el propio gobierno ha considerado la más importante de sus reformas estructurales.
El problema es que estamos simplemente regresando al inicio de la confrontación de hace meses. Ya los líderes y maestros de la CNTE se negaron a trabajar. Ya el gobierno dijo que aplicaría la ley. Cuando los líderes exigieron una mesa de negociación, el secretario de educación, Aurelio Nuño, afirmó que la reforma no podía ser objeto de negociación. Pero el sindicato empezó a bloquear carreteras, vías férreas y accesos a comercios, y el gobierno no supo qué hacer. El 19 de junio hubo en Nochixtlán un intento de liberar la autopista Oaxaca-Puebla bloqueada por la CNTE y de rescatar a un grupo de policías secuestrados que estaban siendo linchados, pero el resultado fue un enfrentamiento que dejó nueve muertos.
Un gobierno con ánimo culpable decidió iniciar la negociación que había prometido no realizar y estableció una “mesa de diálogo” con los líderes de la CNTE. La responsabilidad le tocó al secretario de gobernación mientras que el secretario de educación fue desplazado cuando menos temporalmente del escenario. Supongo que el presidente Peña Nieto decidió que la negociación de Osorio Chong podía fructificar donde la firmeza de Nuño había fracasado.
Los líderes de la CNTE entendieron que habían encontrado el punto de debilidad del gobierno. Actuaron con la lógica elemental de cualquier combatiente. En lugar de frenar los bloqueos, los endurecieron y los convirtieron en una guerra de guerrillas. Un día bloqueaban un lugar, otro día otro. Robaban y quemaban camiones de reparto. Generaron una creciente incertidumbre. El propósito era causar el mayor daño posible a la sociedad y presionar con ello al gobierno en la mesa de negociación.
Ha llegado el momento de evaluar la estrategia gubernamental. Comienzan de nuevo las clases, pero el conflicto en lugar de haber disminuido en el período vacacional ha crecido. La CNTE tratará hoy de detener el reinicio de clases. Los bloqueos, robos de vehículos y agresiones a la sociedad se mantienen. Después de Nochixtlán, la policía ya no se atreve a hacer nada.
Los parámetros de evaluación son muy sencillos. El éxito de la estrategia se medirá por el número de escuelas abiertas, el fracaso por las que permanezcan cerradas. No es una evaluación de un día sino que se extenderá toda la semana e incluso después. Si la negociación es mejor estrategia que la firmeza en la aplicación de la ley, el resultado debería ser un mayor número de escuelas abiertas.

Deporte y escuelas
El deporte de alto desempeño se construye en todo el mundo en las escuelas. No tiene caso lamentarse cada cuatro años de nuestra pobre actuación en los Olímpicos si no hay deporte en las escuelas públicas.
Twitter: @SergioSarmiento
 

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