Opinion

La cruenta transición del descarte

Sergio Conde Varela

2016-08-18

Pasada la elección empezaron a usarse en nuestra ciudad y en el estado las palabras transición y descarte, usada ésta por el Papa Francisco en nuestras fronterizas tierras.
Transición significa cambiar de un estado de cosas a otro y descarte es excluir o dejar algo aparte.
Dicho lo anterior, personas conectadas con los ganadores de la elección, empezaron a formar lo que ellos llamaron los grupos encargados de la transición. Uno de ellos recibiría la trasmisión formal de las oficinas del Gobierno municipal y el otro, las oficinas del Estado.
En el área municipal y para sorpresa de muchos, el encargado Leopoldo Canizales se descartó o hicieron que se descartara del equipo transicional cuando fue el brazo derecho en la elección ganada por Armando Cabada Alvídrez.
En el área estatal, a pesar de que eufemísticamente se dijo que el cambio sería terso como una pacífica y blanca rosa blanca y… nada de esto ha tenido. Por lo contrario, la tersa transición, es un brusco, torpe, impugnado y loco descarte de buenos propósitos.
Las chispas empezaron a saltar, y con razón, por los centavos y los miles de millones de pesos por una llamada bursatilización de un crédito de 6 mil millones de pesos que en principio el Gobierno estatal dijo que se aplicaría a carreteras y cuando dicho crédito iba por la aprobación del Congreso, repentinamente se le cambió el propósito y se dijo que el 50 por ciento iba para pagar obras y proveedores.
Del grupo de transición estatal, sus integrantes por lo que respecta a Juárez nunca levantaron su voz oponiéndose a que los ingresos del puente internacional se llevaran a Chihuahua capital; nada expresaron por la enorme deuda de 5 mil millones con todo e intereses por el Plan de Movilidad Urbana; hubo silencio más profundo que la tumba de Tutankamón por el aumento a 16 por ciento del IVA.
Muchos juarenses y chihuahuenses queremos que se nos explique  antes de que tome posesión el nuevo gobierno, cómo funciona y en que se han invertido 218 millones de pesos del llamado Fideicomiso para la Competividad y Seguridad ciudadana en los años 2014, 2015 , pues la Auditoría Superior del Estado, hizo observaciones muy puntuales en el 2014 con fecha  30 de octubre del 2015, de que el Fideicomiso indicado no elaboró Programa Institucional; tampoco elaboró Programa Operativo Anual y que incumplió con los artículos 20, 21 y 27 de la Ley del Presupuesto de Egresos; que no remitió a la Secretaria de Hacienda su propuesta para ser incluido en el Presupuesto de Egresos de 2014 con los documentos debidamente firmados; que el Fideicomiso no tiene acciones encaminadas a apoyar la seguridad pública en el Estado de Chihuahua ni tienen relación con los programas para fomentar la participación social ciudadana que coadyuve a mejorar la seguridad pública.
Miles y millones de pesos se han destinado a proyectos muy costosos que realmente lo ha narrado la Auditoría Superior Estatal, pero que muchos juarenses  no sabemos el porqué se asignaron desde 100 mil pesos, 750 mil, un millón 868 mil 700 pesos o un millón 219 mil 928 pesos a organismos que actuando como fideicomisarios recibieron esas cantidades, sin dar razones fundadas y motivadas de dineros provenientes de los impuestos que deben ser conocidos por los habitantes del estado y nuestra ciudad.
La Auditoría Superior del Estado debe saber que urge el informe de resultados del 2015 y de los meses hasta la fecha del 2016; así también debe saberlo el nuevo gobernador Javier Corral, que deben entregarse y publicarse los resultados de las auditorías de gestión, porque es mucho dinero el que se indica en los resultados de la citada auditoría y los dineros de los impuestos que se han entregado son del pueblo de Chihuahua y de nadie más. Información pide la gente. Hasta aquí.

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