Opinion

A ellos no les interesa

José Ignacio Gallardo

2016-08-17

Por más que las autoridades de los tres niveles de Gobierno se esfuercen por demostrar que realmente les interesa disminuir el consumo de estupefacientes y por ende su tráfico, en los hechos parece ser todo lo contrario. El consumo ha aumentado considerablemente entre la población más joven de México y preocupantemente la edad de inicio es cada vez a más corta edad. 
Pero esto, como muchos otros asuntos, no parece importarle a la clase gobernante de este país. En los últimos meses es mucho lo que se ha escuchado por parte de autoridades y especialistas en referencia a la posible legalización de la mariguana. Esto sin duda es positivo, porque ya es tiempo de tratar el tema fuera del ámbito penal y llevarlo al terreno de salud pública. Al asunto se le ha dedicado mucho tiempo en todos los medios de comunicación, incluso se puede decir que ha sido sobreexpuesto. Todo mundo ha opinado y aportado sus conclusiones. Durante este tiempo el tema de la legalización de la cannabis ha provocado que los distintos sectores de la sociedad se tuvieran que pronunciar a favor o en contra. Partidos políticos, empresarios, líderes de opinión, artistas y deportistas también se han tenido que pronunciar y tomar partido por alguna de las posiciones. 
De igual modo para los periodistas nacionales y extranjeros la tan comentada legalización del uso recreativo de esta hierba milenaria ha sido un excelente pretexto para pasar horas y horas en debates televisivos, radiofónicos y escritos. Han sido horas interminables las que se han utilizado para comentar y discutir un asunto al cual en el fondo no se quiere resolver.
Se le está tratando hoy en día, pero realmente no existe voluntad política para abordarlo seriamente, y mucho menos intentar resolverlo. Porque en todo este tiempo no han surgido campañas para la prevención del uso de enervantes. No se le aplica el mismo nivel de atención a la prevención como sí ocurre con el combate a los grupos del crimen organizado.
Son demasiados recursos los que se aplican  en materia de seguridad pública y una cantidad que raya en lo ridículo lo que se ejerce en el presupuesto dedicado a la prevención. La creación y sostenimiento de los centros de rehabilitación son otra promesa incumplida de la clase política. Estos centros que supuestamente rehabilitan a los jóvenes sólo sirven para el lucimiento de los políticos porque en la realidad únicamente estuvieron funcionando el día de la inauguración, después jamás llegaron los recursos para su completa operación.
Y de estos casos lamentablemente hay muchos, y se tienen documentados tanto en administraciones priistas como panistas. En pocas palabras la prevención es desdeñada de manera sistemática e institucional, no importa el partido que gobierne. A nadie, a ningún político le interesa prevenir el consumo. Claro, el negocio sigue siendo uno de los más redituables del mundo en estos tiempos. Por eso se entiende que nadie quiera terminar con una mina. Por eso los gobernantes hacen como que hacen. El más reciente botón de muestra es el abandonado megacentro en contra de las adicciones que se ha convertido en otro elefante blanco y en otra vergüenza del sector público.
El Centro de Formación Integral  y Profesional en la Prevención y Atención a las Adicciones (CFIPAA) construido en esta frontera es otro gran derroche de recursos  y que en estos momentos no sirve para nada con todo y su rimbombante nombre. Y es que como siempre pasa en este país, se hacen anuncios con bombo y platillo de la creación de espacios para la rehabilitación de la dañada juventud mexicana, pero nunca se les inyectan recursos para su sostenimiento y ahí están las consecuencias.
De qué sirven tantos recursos invertidos si a esos proyectos no se les apoya en el futuro. Puro dinero tirado a la basura, y el problema ahí sigue. El consumo aumenta y nadie lo para. De ahí que surge el reclamo al Gobierno federal, que le interesa más difundir todo el día campañas para prevenir el Zika o que la gente vaya a cambiar por billetes todas sus monedas de baja denominación, en lugar de estar promoviendo campañas en contra de las adicciones.
No se duda que sea necesario prevenir a la población de los riesgos de la picadura de un mosquito, aunque también se hace necesario en estos momentos emprender campañas para prevenir sobre las adicciones. Pero está claro que a ellos no les interesa.

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