Opinion

Salarios y vacantes

Oscar Fidencio Ibáñez Hernández

2015-07-02

Lady Madonna, children at your feet

Wonder how you manage to make ends meet

The Beatles

Hace por lo menos 25 años escucho que el problema en Ciudad Juárez no es el empleo sino los bajos salarios. Sin embargo, hasta la fecha el paradigma dominante por parte de funcionarios de gobierno e incluso algunos empresarios, sigue siendo el ofertar la ciudad por sus “ventajas competitivas” de mano de obra barata.

Tengo la convicción de que tratar de promover el empleo y la inversión con los paradigmas de la economía nacional o estatal, y no en función de nuestra condición geopolítica fronteriza limita nuestro potencial, y no permite gestionar con claridad y oportunidad nuestras necesidades políticas y económicas en las capitales del estado y de la república.

A manera de ejemplo, Canadá aprovecha su condición de frontera con Estados Unidos desarrollando todas sus ciudades y actividad económica en las cercanías de su vecino, y no lo hace en función de “mano de obra barata”, en cambio nosotros seguimos funcionando en la lógica centralista, perdiendo nuestra principal ventaja al ser vecinos del principal mercado mundial.

Se habla desde entonces también de la necesidad de diversificar la economía, crear cadenas de valor, y proveeduría local que genere otro tipo de empleos, pero no se debe perder de vista que nuestra condición de frontera y vinculación a la economía norteamericana, nos da una vocación exportadora y de servicios de frontera que no podemos soslayar, sino potenciar con una visión regional junto con los vecinos norteamericanos.

Este verano por toda la ciudad se ven letreros de vacantes, no sólo en plantas maquiladoras, sino en almacenes comerciales e incluso en pequeños comercios y restaurantes. Sin embargo, la paradoja se mantiene en Juárez, dónde según datos demográficos existen personas que pudieran estar trabajando o estudiando y no lo hacen.

Hace años escucho cómo los responsables de recursos humanos de las principales plantas industriales de exportación se reúnen para fijar criterios y políticas que prevengan la rotación de personal, ofreciendo distintos alimentos en las cafeterías, programas de motivación laboral o pequeños incentivos que no se traducen en poder adquisitivo de los trabajadores. Quizá es tiempo de plantearse organizadamente subir los salarios, lo que a su vez redundaría en un beneficio económico de toda la comunidad.

Cuando hay alta demanda de personal como en esta ocasión, la solución que se ha dado históricamente es promover la migración, primero desde el interior del Estado, posteriormente desde la Laguna y Durango y más recientemente del centro del país, incluyendo una muy abundante desde el estado de Veracruz, pero el alto número de trabajadores hace que las empresas mantengan salarios bajos.

Aquí nunca se ha intentado fortalecer el salario, lo que pudiera hacer que se quedaran las empresas de mejor calidad para generar una competitividad hacia arriba, potenciando el desarrollo de las personas, es probable que de esa manera algunas empresas decidan no venir a Ciudad Juárez, y buscar la mano de obra barata en otro lugar, pero siempre habrá empresas que busquen nuestras verdaderas ventajas competitivas que son las que deberíamos de promover: la condición de frontera, el personal altamente capacitado en procesos de manufactura y la capacitación tecnológica existente en la zona.

Un aumento en los salarios debe ser acompañado además por una mejoría significativa en los servicios sociales de educación, salud y cultura, y por supuesto una mejora en los servicios e infraestructura urbana, en lugar de seguir reciclando baches y discursos políticos que no nos permiten desarrollar el gran potencial que tenemos, esta es tarea pendiente del gobierno. Para que las madres (y padres) de familia de esta comunidad realmente puedan hacer que el gasto alcance y su vida esté dedicada a conseguir la felicidad, y no a ver cómo les alcanza para el diario vivir.

X