Opinion

Imposible de llenar

Sergio Sarmiento Fernández

2015-07-02

". Y hay vacíos imposibles de llenar”.

Francisco Lomuto

Distrito Federal- El pasado 22 de junio Jacobo Zabludovsky transmitió por última vez su programa de radio “De una a tres”. El reportero vial Ramkar Cruz, último al aire, se despidió diciendo: “Jacobo, hasta mañana.”

Como siempre, Zabludovsky presentó un tango al cierre, pero advirtió que era un “tango poco conocido” llamado “Íntimas” grabado por Carlos Gardel en 1926 en Buenos Aires (con letra de Francisco Lomuto y música de Alfonso de la Cueva). Jacobo se fue adelantando a la voz de El Mudo y recitó: “Hace tiempo que te noto que estás triste, mujercita juguetona, pizpireta; has cambiado, ya no eres tan coqueta, cual las flores primorosas de un altar...” Quizá pensaba en Sarita, su esposa de 61 años, juguetona y pizpireta. Ese día era aniversario de su boda celebrada el 22 de junio de 1954.

Jacobo dejó correr el tango hasta el final. La emisión cerró con la voz de Gardel: “.Y hay vacíos imposibles de llenar.”

Zabludovsky nació en la capitalina colonia Doctores, pero creció en el barrio de La Merced que le dio anécdotas para toda la vida. Empezó su carrera a los 14 años, como corrector en El Nacional, y trabajó después en Novedades de Rómulo O'Farrill y en la revista Siempre! de José Pagés Llergo. En 1950 empezó a producir y dirigir el primer noticiario de la televisión en México, en el canal 4, también propiedad de O'Farrill. El 7 de enero de 1959 entrevistó en Matanzas a un Fidel Castro triunfante en su camino a la Habana. Fue una de muchas entrevistas notables.

En 1970 se le nombró titular de “24 Horas”. Durante 28 años fue el rostro de la información televisiva en México. Sus reportajes más recordados son, sin embargo, los que realizó tras los sismos de 1985, que fueron fundamentalmente radiofónicos. Con un teléfono portátil en mano, bastante raro entonces, recorrió las calles y ofreció el panorama de una ciudad destrozada.

En 1998 Jacobo fue desplazado de “24 Horas” y de la vicepresidencia de noticias. Se argumentó que padecía cáncer de piel, pero la medida parecía más bien decisión de Emilio Azcárraga Jean, nuevo presidente de Televisa que buscaba una imagen renovada en pantalla. Guillermo Ortega Ruiz fue el conductor del noticiario nocturno durante dos años. Jacobo regresó a Televisa en un informativo de televisión por cable en el que se le notaba más suelto y libre, pero en 2000 renunció por solidaridad con su hijo Abraham que dejó la empresa por no haber sido nombrado sucesor de Ortega. Joaquín López Dóriga ha sido desde entonces el titular del principal informativo de Televisa.

El 1ro de septiembre de 2001 Jacobo empezó una nueva aventura en radio, “De una a tres”, en Grupo Radio Centro (con el que yo también colaboro). Ahí trabajó los últimos 14 años en un noticiario que se caracterizaba por su soltura y cercanía al público, pero también por la cultura del conductor y sus remembranzas.

A Jacobo lo conocí como televidente en los años de “24 Horas”, que no deben haber sido fáciles. Le tocaba defender –o por lo menos no ofender– a un sistema político con el que no congeniaba. “Todos estábamos sujetos a ese poder omnívoro, absoluto” le dijo mucho después a Verónica Calderón de El País (18.5.13). En sus últimos años en la radio mostró más bien una tendencia de izquierda y una simpatía personal por Andrés Manuel López Obrador.

Personalmente me encontré con él por primera vez en 1997, cuando los dos éramos vicepresidentes de noticias de televisoras distintas. Después que tanto él como yo dejamos esos cargos, nos vimos con cierta frecuencia. Su plática enciclopédica y su sentido del humor lo hacían excelente compañero de mesa y de conversación.

Jacobo trabajó hasta una semana y media antes de fallecer a los 87 años. Es sin duda lo que hubiera querido. Estaba enamorado de su trabajo.

Peláez y Jacobo

Alberto Peláez, el más mexicano de los periodistas españoles, escribió ayer en Twitter: “El mundo se me ha parado. El corazón lo tengo helado. Mi espíritu vuela a través de tus enseñanzas y tu humildad Jacobo. Te quiero padre.”

Twitter: @SergioSarmiento

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