Héctor González
2015-05-27Christopher no murió hace una semana, tampoco pereció exclusivamente a manos de esos cinco menores de edad hoy acusados de tan cruel crimen. En realidad lo asesinamos todos mucho tiempo antes, pero nadie nos dimos cuenta…. Y si nos dimos cuenta, poco nos importó hasta ver la fatalidad de nuestros actos.
Y hoy amable lector quisiera explicarle el motivo de mis letras...
El pequeño de tan solo seis años murió mucho antes porque como sociedad nos mostramos indiferentes ante la urgente necesidad de amor de muchos niños que como Christopher hoy lidian con severas limitantes en su entorno. Solo basta darse una vuelta en lo que era su barrio, en donde no hay espacios para practicar algún deporte en condiciones dignas, en donde abundan más los expendios de vino que escuelas y en donde incluso los mensajes en las bardas son alusivos a lo que algunos, sin sentido, llaman la santa muerte (¿Qué tiene de santo aquello que te quita la vida?).
El sistema político también es culpable, porque precisamente de esos sectores pobres y necesitados es donde sacan raja política cada vez que necesitan el voto. O, ¿a poco podrá usted negar que nuestros políticos solo acuden a esas colonias para sacarse la foto previa entrega de despensas, láminas para construcción, doscientos pesos o un pollo? Y claro, después de eso los habitantes de esos lugares nunca más los vuelven a ver por sus calles.
El gobierno, en sus tres niveles, también falló, y tan falló que hasta ahora, después de la fatalidad, convoca a los sectores empresariales y organismos no gubernamentales para que participen activamente en la elaboración de lo que se ha calificado como la Ley General para Niños, Niñas y Adolescentes… ¿Por qué siempre van tarde? La respuesta es sencilla: ¡porque no les interesa! Hasta que su imagen como gobernantes puede salir dañada y en consecuencia alejarlos del tan jugoso presupuesto público, es entonces que despiertan… Nos parece plausible que se hagan esas consultas, pero acaso ya olvidaron que ellos mismos como gobierno destinan más presupuesto para sus salarios, viajes y gastos personales que en los programas de regeneración del tejido social. El dinero para gasto social no alcanzaba en 2014 y, sin embargo, para este 2015 lo redujeron aún más. Esto, sin contar que algunos de los organismos que reciben el dinero son cuestionables, como los que formó en Ciudad Juárez la malograda asesora del presidente Enrique Serrano, Alva Melania Almazán Negrete, solo para autoadjudicarse algunos millones de pesos del Pronapred. Luego de ser descubierta, solo le redactaron su renuncia y la hicieron efectiva.
Hasta hoy, también se ha señalado a la señora Tania Mora, madre de Christopher, por su descuido al abandonar su responsabilidad como madre protectora, cediendo ese derecho a esos cinco menores que le dieron muerte, pero, ¿y el padre? Si aún vive, también debería ser llamado a cuentas, porque también tiene sangre en sus manos.
Y por último, pero no menos culpables, algunos medios de comunicación que han convertido este caso en un circo.
Termino esta columna como la comencé, el pequeñito de tan solo seis años murió mucho antes de que lo sacrificaran, murió en cada niño olvidado por sus padres, por los políticos, por el gobierno, por la sociedad en general. Murió mucho antes de la semana pasada... ¡Christopher te fallamos!
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