Opinion

Pensiones y jubilaciones, bomba de tiempo

José Rubinstein

2015-05-22

Distrito Federal- Parte sustancial del gasto de entidades sujetas al control presupuestal directo del sector público –hasta 77 centavos de cada peso– ha llegado a ser destinada al pago de salarios, pensiones y subsidios, quedando disponible un absurdo remanente para la inversión productiva. El pasivo laboral del IMSS a septiembre de 2013 alcanzaba mil 200 millones de pesos, el del ISSSTE se situaba en 4 mil 800 millones de pesos, el de Pemex estaba en mil 100 millones de pesos, el de la CFE en 452 millones de pesos. Tan desmesuradas cifras evocan el acertijo del trigo y el tablero de ajedrez: “Si se coloca sobre un tablero de ajedrez un grano de trigo en el primer casillero, dos en el segundo, cuatro en el tercero y así, sucesivamente, ¿cuántos granos de trigo habría en el tablero al final? La sorprendente respuesta supera los 18 trillones de granos de trigo.

El agobio financiero del IMSS e ISSSTE fue fundamental para la creación del Sistema de Ahorro para el Retiro –SAR– en 1992, con el objetivo de encauzar a la capitalización individual de los trabajadores en cuentas propias administradas por empresas financieras del sector privado. En 1997 entró en vigor la Reforma que creó las Administradoras de Fondos de Ahorro de Dinero para el Retiro –Afores– en las cuales los recursos del trabajador son invertidos para serle devueltos en edad de jubilación o a sus deudos, teniendo la prerrogativa de incrementar sus cuentas con aportaciones voluntarias. El promedio de jubilación de trabajadores del IMSS venía siendo a los 52.6 años de edad, con un promedio de 22.5 años laborados. A partir de agosto de 2004, la jubilación subió a 60 años de edad, 35 años de servicio para hombres y 34 años para mujeres. En el ISSSTE las edades de jubilación se vienen incrementando y se estima que, a partir de 2018, el retiro se alcanzará a los 60 años de edad para hombres y 58 para mujeres. La Reforma Energética aprobada establece que el gobierno federal asuma entre 20 y 30% del pago de las pensiones y jubilaciones, tanto de Pemex como de la CFE. Respecto al IMSS el panorama es alarmante, simplemente para 2017 los ingresos y las reservas totales serán insuficientes para cubrir obligaciones con  derechohabientes. El déficit de seguro de enfermedades y maternidad alcanza ¡2 billones 175 mil millones de pesos, 12.4% del PIB de 2014!

Será en 2021 cuando inicien los trámites de retiro para la primera generación Afore contratada a partir de julio de 1997, quienes percibirán lo ahorrado, más lo acumulado en subcuentas individuales. La creciente longevidad poblacional presiona a aumentar la edad de retiro, a fin de alcanzar una mayor cantidad cuando el futuro sea presente. Resulta lamentable que el esfuerzo de una vida laboral sea insuficiente para ahorrar lo imprescindible para siquiera irla pasando.

El Senado se ha pronunciado a favor de que el Estado garantice la seguridad social de todos los mexicanos, incluyendo a quienes no trabajan. El secretario del Trabajo puntualizó que 35% de mexicanos tienen garantizado un pago al concluir su periodo laboral, pero con ingresos inferiores al 50% de América Latina, ya que en nuestro país se paga 31% de los salarios, y en el continente 62%, en promedio. Bomba de tiempo: Las obligaciones laborales del sistema público rebasan los 17 billones de pesos.

El Consejo Coordinador Empresarial reveló que de los más de cien sistemas de jubilación en el país, únicamente diez de ellos cuentan con el suficiente fondeo, apremio para agilizar la reforma pendiente en materia de jubilación y pensiones.

La Consar –Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro– propone que las actuales contribuciones de 6.5% del sueldo de los trabajadores, cuando menos, se eleven a 11.3% para así poder aspirar a una más digna pensión. No hay magia, las pensiones son proporcionales a las aportaciones efectuadas.

Lamentable conclusión: al reprochable manejo gubernamental de los fondos salariales, pensiones y subsidios se agrega la subvaluación de la mano de obra asalariada, al tiempo que el retorno sobre el capital –a nivel mundial– supera la tasa de crecimiento de la economía, contribuyendo a acrecentar la desigualdad entre los diversos factores de la producción.

Vaya desafío, desactivar la bomba que significan las pensiones y jubilaciones.

X