Opinion

No trabajamos bajo consigna de nadie

Editorial El Diario

2015-05-19

Molesta por los resultados de la encuesta electoral de la empresa Confirme publicada por este medio la semana pasada, así como por algunas notas que han dado cuenta de los problemas internos que se registran en el PAN, la dirigencia estatal de este partido ha acusado a El Diario de ser un periódico manipulado y de ser instrumento para una campaña sucia del PRI.
Tras una rueda de prensa celebrada ayer en esta frontera, el líder estatal blanquiazul, Mario Vázquez Robles, pretendió exponerle “off the record” a la reportera Gabriela Minjáres la molestia que hay entre el panismo por los resultados no favorables que obtuvieron sus candidatos en la encuesta de Confirme.
Es necesario recordarle al dirigente, que ese mismo malestar lo han mostrado sus correligionarios en cada proceso electoral cuando los estudios de opinión les han sido adversos. Sin embargo, desde que El Diario ha contratado encuestas electorales, sin excepción, esos resultados han sido avalados después por los registrados en las urnas.
Además El Diario no hace las encuestas. Le paga a una empresa profesional y certificada en esos menesteres, que tiene que presentar obligatoriamente, antes al IFE y ahora al INE –que ha endurecido sus lineamientos–, toda la metodología científica que emplea en este ejercicio.
Es elemental, asimismo, tener presente que ningún resultado de ninguna encuesta es concluyente. Son retratos de un momento en la corta vida de un proceso electoral, que pueden cambiar en las urnas si los partidos y los candidatos emplearan estrategias realmente atractivas.
Al cuestionarle la reportera a Vázquez Robles, el por qué utilizar la portada de El Diario del Noroeste en el contexto de un señalamiento de ‘guerra sucia’, el líder panista le contestó que “entendemos al medio de comunicación como un medio y sabemos que alguien manda al medio para que haga las publicaciones y las cosas, ese es el punto”, sin especificar más, pero dando a entender que “alguien” manipula a este medio.
Señor Vázquez Robles: en El Diario hemos acostumbrado desde hace 40 años a decir las cosas por su nombre, sin ambages y sin rodeos. Por eso nos establecimos de inmediato como líderes en la confianza de quienes nos han leído por cuatro décadas y así hemos permanecido.
No es con mensajes subliminales como se dicen las cosas, sino de frente y con claridad. Este periódico –y se lo pueden confirmar los anteriores líderes panistas– siempre ha tenido las puertas abiertas para todo aquél que tiene algo qué decir.
El Diario, ni se ha prestado nunca a ser instrumento para campañas de ningún tipo, ni tampoco nadie lo ha manipulado en su larga trayectoria. A la dirigencia actual del PAN le hace falta revisar la historia. Gobernadores –incluido uno panista–, alcaldes –entre ellos varios blanquiazules– y funcionarios han llegado y pasado, pero este medio ha mantenido siempre su misma política editorial, independientemente de quiénes estén en el poder.
¿Acaso han olvidado los panistas que El Diario fue un factor decisivo para la llegada del primer alcalde blanquiazul a Ciudad Juárez en 1983? ¿O del primer gobernador emanado de este partido en 1992? El PAN ha sido un partido con prestigio en el estado, y Chihuahua le ha ratificado ese prestigio al PAN. Si sus dirigentes no han sabido conservarlo ni mantener el número de electores que en varias ocasiones los han llevado al poder, indiscutiblemente no ha sido por culpa de El Diario ni de los medios, sino de ellos mismos.
No se vale que esa buena reputación que por décadas acompañó a la imagen del blanquiazul, se dilapide en medio de problemas internos entre sus dirigentes y miembros. El Diario pudo haber hecho escarnio de esos conflictos pero por respeto a ese partido, no lo hizo.
En ese contexto, no entendemos por qué la dirigencia panista utiliza una portada de El Diario del Noroeste que habla de crisis interna del PAN en aquella región, para ofrecerla como ejemplo de “guerra sucia”, cuando el mismo día de esa publicación los medios juarenses divulgaron en notas destacadas, no lo que sucede con el blanquiazul en aquella región, sino sobre los graves problemas que hay entre el líder local Jorge Espinoza Cortez y el estatal, Vázquez Robles.
Tampoco se vale, entonces, que la presunta molestia por una encuesta o el supuesto involucramiento de un medio en una hipotética guerra sucia, se utilicen como cortina de humo para esconder lo que realmente acontece al interior de un partido.
La investigación de Confirme mostró que la tercera parte del electorado juarense se halla aún indecisa sobre por cuál partido votará. Ahí tienen, tanto el PAN como los demás partidos, un potencial y enorme nicho de electores para el que tienen qué trabajar, en lugar de andar culpando a los medios.
Sin embargo, para convencer a tantos posibles votantes se necesitan estrategias del siglo XXI, no los clásicos golpeteos que en su momento –del siglo pasado– le rindieron frutos al PAN. Es elemental recordar que los electores ni son propiedad de ningún partido ni de ningún medio, y que son más inteligentes de lo que cualquier líder partidista pudiera pensar.
Así pues, El Diario le pide a la dirigencia del PAN respeto. Primero, para los periodistas de este medio que no trabajan bajo consigna de nadie. Segundo, para los electores. Y tercero, para su propia trayectoria y los logros conseguidos a lo largo de su vida política. Porque, por salud pública, a nadie en el estado le conviene que el PAN decline y deje de ser la fuerza que incline la balanza electoral. Los días de partido único deben quedar en las páginas de la historia.

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