Opinion

¿Por qué se atentó vs Leyzaola?

Javier Cuéllar

2015-05-16

Como una bomba, así resonó la acusación directa que a través del semanario Zeta de Tijuana, y reproducida íntegramente por El Diario de Juárez, hizo el teniente coronel Julián Leyzaola Pérez en el sentido de que el sicario que atentó contra su vida le dijo que “es un mensaje del dire Reyes”, refiriéndose implícitamente al actual director de la Policía Municipal, señor Jesús Antonio Reyes Ramírez.
El señalamiento ¡es gravísimo! y de paso salpicó a las instancias de seguridad y de procuración de justicia del estado de Chihuahua, principalmente a las asentadas en esta frontera, quienes hasta ahora, con su indagatoria, manejan otros móviles de ese atentado: venganza y la presunta agresión sexual cometida por la víctima en perjuicio de una mujer.
Lo delicado de esto es que apenas acabamos de pasar por la época de violencia –desatada en el sexenio del ex presidente Felipe Calderón– que nos exhibió el maridaje existente entre diversos grupos del crimen organizado y nuestras policías, tanto federales, estatales como municipales, cuando estas declaraciones sobre el atentado vuelven a poner a elementos policiacos y a las corporaciones en el ojo del huracán.
Al menos eso es lo que se desprende de un elemental análisis del sentido de las declaraciones del ex secretario de Seguridad, Julián Leyzaola, emitidas desde su lecho de enfermo en un hospital militar de la Ciudad de México, a donde fue trasladado por sus familiares por evidente temor de que sufriera un nuevo atentado de remate.
El ex secretario de Seguridad Pública de Ciudad Juárez identificó a Reyes Ramírez como un oficial al que corrió, según sus propias palabras, porque descubrió que estaba coludido con la pandilla de Los Aztecas.
No sólo eso, dice que cuando ya lo había separado del cargo, supo que estaban por contratarlo en la Fiscalía General del Estado y habló con las autoridades estatales para decirles que no lo hicieran. Pero él dejó la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y después lo recontrataron, nombrándolo director operativo.
Reyes, señalado supuestamente por el pistolero que atacó a Leyzaloa, asegura que está ajeno a esos hechos y se dijo dispuesto a ser investigado.
Confirmó que sí trabajó de cerca con el ex titular de la SSPM en la sectorización del Distrito Centro, pero contó que dejó la corporación por las cuestiones de abusos que se estaban generando con el teniente coronel y de las que no quiso ser parte. Luego, se incorporó a Fiscalía General del Estado y de ahí brincó a la Policía municipal.
Si el señor Leyzaola presuntamente advirtió a las instancias estatales sobre la personalidad negativa del actual director de la municipal y aún así lo reclutaron y luego lo encumbraron en la actual dirección de esa corporación, entonces: ¿Por qué lo hicieron? ¿No había otros candidatos? ¿Quién abogó por él? ¿Así serían las cosas?
Las acusaciones que se hacen en ambos sentidos, Leyzaola y el director Reyes de la Policía Municipal son muy delicados y las autoridades deben acelerar el proceso de investigación para llegar al fondo de este atentado.
Sin embargo, por la sospecha, desatada tras las acusaciones de Leyzaola, de una posible colusión de las autoridades municipales y estatales para no avanzar en la investigación del ataque, considero que en este caso la investigación debe salir del ámbito estatal para ser atraída por la PGR. Existen varias causales de excusa obligatoria que pudieran poner en duda los resultados de una indagatoria realizada con cierto destiempo por la Fiscalía del Estado.
Mejor no metan las manos y dejen que sea la instancia federal la que realice toda la integración del expediente, que ni tan siquiera contiene la declaración de la víctima, que se omitió en alarde de una demora que hoy parece inexcusable. Son muchos errores que a la larga pueden acidificar la sospecha de un contubernio. Mejor dejen ahí y que entre al caso otra instancia investigadora.
Lo más triste de todo este asunto, después de las gravísimas lesiones que sufrió el ex jefe policiaco Leyzaola, reitero, es que con todas estas cosas que han salido a la luz pública indican que aún subsiste un contubernio oscuro entre algunas fuerzas del crimen organizado y no pocos integrantes de las fuerzas de seguridad que, paradójicamente, debieran combatirlos y proteger a los ciudadanos. Al respecto, el prócer cubano José Martí nos dice: “Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a su mesa; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir”.
Urge una investigación imparcial. La versión de una venganza como móvil por una supuesta violación parece risible y como una argucia de la defensa del victimario para intentar atenuar su sentencia. Pero igual debe investigarse hasta las últimas consecuencias.
Ahora bien, el hecho de que el pretenso asesino le llevara un mensaje directo a su víctima no es usual y mucho menos concluyente, pues el deponente víctima se convierte así en un declarante de oídas cuyo valor es cuestionable si esa circunstancia no se ve reforzada por otras pruebas, pero indudablemente es un indicio grave que la indagatoria deberá desmenuzar a fondo porque ahí está la piedra de toque de todo el crimen y sus maléficos móviles.
Luego entonces, la ciudadanía requiere que se le brinde una investigación criminal cristalina, transparente, que no deje lugar a dudas razonables, porque en ella está en juego el prestigio y la confiabilidad de las corporaciones policiacas estatales y municipales, que hoy por hoy no acaban de ser todo lo bueno que debieran ser porque si hay alguna entidad en la que el pueblo desconfía actualmente, esa es la Policía. 
Necesitamos pues que se dé una indagatoria que haga resplandecer la verdad histórica sobre todas las cosas porque bien lo dijo José Ortega y Gasset: “El hombre es el ser que necesita absolutamente de la verdad y, al revés, la verdad es lo único que esencialmente necesita el hombre, su única necesidad incondicional”.
Ya estamos hartos de mentiras. Necesitamos que se investigue y que se informe ¿Por qué se atentó contra Leyzaola?

Duelen, pero eso dicen las encuestas

En una época electoral como la que estamos viviendo, la gente en general, y especialmente los políticos, recurren mucho a las encuestas para informarse sobre cómo corren las preferencias del electorado. En términos generales, una encuesta es una fotografía del momento, que se recoge con  procedimiento de investigación, dentro de los diseños descriptivos (no experimentales) en que el investigador busca recopilar datos por medio de un cuestionario previamente diseñado o una entrevista a alguien, sin modificar el entorno ni el fenómeno donde se recoge la información. Este tipo de recursos es muy apreciado por los políticos porque les permiten visualizar cómo andan sus campañas y las de sus contrarios con el fin de tomar decisiones.
Dudo mucho que los resultados que arroje una encuesta publicitada influyan mayormente en la definición del electorado indeciso porque en nuestra sociedad la gente es muy díscola y toma sus propias decisiones, pero una encuesta seria sí nos permite saber cómo andan los ánimos de la ciudadanía votante y a muchas empresas saber quiénes serán los perdedores para no fiarles ni un saco de alacranes, porque en el pasado muchos con el cuento de que van a ganar pidieron créditos que después no pagaron; como quiera que sea, estos ejercicios de elucubración son necesarios e interesantes a la manera de gurús objetivos, los niveles de apuestas participan del mismo género.
En ese contexto, El Diario de Juárez ha contratado a la empresa encuestadora Confirme que en otros procesos electorales ha mostrado datos confiables que fueron ratificados por el electorado una vez realizado el proceso, la metodología fue expuesta razonablemente y así, los resultados de la generalidad de los partidos políticos contendientes me parecen deleznables, con cifras bajísimas, algunos van del 4 a 0 por ciento, por lo que resulta atendible únicamente los resultados de los partidos que acaparan un nivel significativo del electorado, casi exclusivamente el PRI y el PAN y así tenemos que en el distrito 01 el candidato del partido tricolor Fernando Uriarte Zazueta se alza con un 45.6 por ciento de las preferencias del electorado contra apenas un 6.9 por ciento de su más cercano opositor, Andrés Morales Arreola, del partido blanquiazul.
En el distrito 02 la alianza del PRI-PVEM con Ana Georgina Zapata Lucero aventaja con 37.5 por ciento a su opositora María Dolores Juárez López, quien se queda abajo con el 7 por ciento de las intenciones de voto de ese electorado, lo cual no deja lugar a dudas sobre quién sería el candidato ganador según la encuesta.
Y por su parte, en el distrito 03, que es por así decirlo el más competido, el partido aplanadora se alza con un 29.1 por ciento de las intenciones de voto a favor de su candidata María Ávila Serna, contra un respetable 24.6 por ciento de su opositora del PAN, Edna Xóchilt Contreras Herrera, aunque sea ella la que aparentemente más ha trabajado su distrito y ha tenido más contacto con los electores.
En el distrito 04, el PRI con su candidata Adriana Terrazas Porras tiene el favor de la intención de voto del 33.9 por ciento de los electores, mientras que el PAN con su abanderado Raúl García Ruiz, el 11 por ciento, con todo y que es a quien más se le ha visto la campaña en los medios. En general apreciamos un 28 por ciento de votantes indecisos en los distritos 01, 02 y 04, mientras que en el 03 baja hasta un 19 por ciento.
Mientras, el abstencionismo confeso no llega ni al 10 por ciento y los que dijeron que no votarían por ninguno se aterrizan en un 8 o 9 por ciento.
Con estos números podemos apreciar que la victoria del PRI en los próximos comicios se encuentra más que cantada y que el abstencionismo se mantendrá en niveles del 22 por ciento, lo cual es poco probable porque la mayoría de los observadores lo esperan en alrededor del 40 por ciento y tal vez un poco más, porque se ha señalado insistentemente que las campañas no han prendido entre la ciudadanía como lo esperaban los diversos candidatos, aunque falta saber a la mera hora el porcentaje de electores encuestados mentirosos.
Lo que sí decepciona son los bajos puntajes que obtienen en su mayoría los candidatos del PAN, tal vez les falta que haga presencia en nuestra ciudad en apoyo de sus campañas el ex presidente Felipe Calderón para que no se nos vayan a olvidar los 11 mil asesinatos que nos dejó su fementida guerra contra casi todos los narcos en su sexenio. Del candidato independiente por el tercer distrito no es necesario comentar, el 0 por ciento de intención de voto que obtuvo en la encuesta habla por sí solo.

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