Educación y músculo

Sergio Sarmiento

“Todo lo que quiero es una educación y no le tengo miedo a nadie”.

Malala Yousafsai

Distrito Federal- La educación es una de la claves para derrotar la pobreza y los maestros son el instrumento fundamental para construir un sistema de educación de calidad. Una reforma educativa limitada ha pretendido mejorar la calidad de maestros y escuelas, pero hasta este momento no se sabe si realmente se aplicará en todo el país. Por lo pronto, en Oaxaca la reforma parece ya letra muerta.

El día del maestro pasó de ser una fecha de homenaje al docente a una de celebración oficial que caía en la cursilería. En los últimos tiempos se ha convertido, sin embargo, en una fecha de presión política. Los grupos de poder del sindicato de maestros, y en particular la CNTE, despliegan su músculo en esta ocasión.

Hoy veremos manifestaciones contra la reforma educativa, peticiones de más dinero gubernamental para gasto educativo (no para la educación) y advertencias de que no se permitirá a los ciudadanos votar en las próximas elecciones. La CNTE mostrará su poder de convocatoria y de movilización. Sus objetivos son políticos.

Todos los indicadores muestran que el nivel de aprendizaje en nuestro país es muy bajo. El problema nace en preescolar, un nivel al que pocos tienen acceso a pesar de que los especialistas señalan que es el período más importante en la formación, pero se multiplica en la primaria y afecta la secundaria, la preparatoria y la instrucción superior.

No es una cuestión de dinero. México gasta en educación más que muchos países del mundo en proporción a su producto interno bruto o al monto total del gasto público. Los maestros mexicanos ganan más como proporción del sueldo promedio nacional que los de Finlandia. El problema radica en cómo se gastan los recursos. Decenas de miles reciben sueldos como maestros sin pararse nunca en un aula. Entre ellos están los comisionados del sindicato cuyo trabajo es la movilización política pero no la enseñanza.

Mucho se ha dicho que la reforma no es realmente educativa y quizá haya algo de razón. La reforma no toca los planes de estudio. No pretende inventar el hilo negro, como la reforma educativa de Luis Echeverría en los setenta que eliminó materias tradicionales, como matemáticas y español, para reemplazarlas por nuevas versiones progresistas que durante años dejaron huecos en el aprendizaje de los estudiantes.

La reforma pretende cosas tan sencillas como saber si todos los que cobran como maestros están dando clases o cuál es el desempeño de los maestros en las aulas. Busca también establecer un sistema para que los nuevos maestros pasen pruebas de oposición en lugar de recibir plazas automáticas por venir de una normal o por ser parientes de otro maestro.

¿Garantiza la reforma que mejore la educación en México? No. Supongo que tarde o temprano habrá que revisar los programas de estudio. Pero si la sociedad no logra rescatar la educación pública de la privatización del sindicato, no habrá posibilidad de tener una mejor educación.

Hoy la CNTE mostrará su fuerza. Sacará a las calles a miles de sus agremiados, encabezados por esos comisionados que no dan clases. Al gobierno le mandarán el mensaje de que es la real dueña de las escuelas. No habrá espacio para pensar en los alumnos. Los estudiantes de estados como Oaxaca han sido las principales víctimas de la privatización de la educación pública. Hace años que no tienen ciclos lectivos completos y quizá nunca han tenido maestros capaces. Por eso es tan importante que el gobierno federal no se arredre ante las muestras de poder de la CNTE. Los niños de Oaxaca y de otros estados merecen todo el esfuerzo que se haga para mejorar su instrucción.

Jornaleros en el IMSS

Bajo presión de la Segob los agricultores de San Quintín aceptaron afiliar a los jornaleros oaxaqueños al IMSS. ¿Por qué? Porque la mayoría, miembros de la CTM y de otros sindicatos, ya lo están. No tienen nada que perder. Sólo los agricultores más pequeños y pobres no tienen a sus jornaleros en el IMSS. Si quiebran, los grandes comprarán sus tierras.

Twitter: @SergioSarmiento