Opinion

Jalisco no te rajes

Fernando Chacón Corral

2015-05-03

“Hay hombres que no buscan nada lógico, como dinero... no puedes comprarlos, intimidarlos, convencerlos ni negociar con ellos…Hay hombres que solo quieren ver arder el mundo...".

Alfred Pennyworth, (Batman el Caballero de la Noche)

Lo sucedido el viernes pasado en Guadalajara recuerda mucho a aquella escena de la gran película del productor Christopher Nolan Batman el Caballero de la Noche en donde el Guasón, después de quemar una montaña de dinero dice: “El dinero no importa, lo que importa es enviar el mensaje”.

Bajo esa premisa parece haber actuado el CJNG (Cartel Jalisco Nueva Generación), al paralizar la tercer plaza más importante del país, la ciudad de Guadalajara, Jalisco, con narcobloqueos en 39 puntos de la zona metropolitana y una veintena de municipios aledaños, enfrentamientos, incendios a gasolineras y bancos, entre otros establecimientos y derribar un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con un saldo de siete muertos, 19 heridos y 17 detenidos. Con esto, el crimen organizado demuestra su músculo organizacional reaccionario frente a los operativos realizados en su contra.

El acto de quemar bancos y no saquearlos ilustra lo dicho por el Guasón, de modo tal que la alegoría del fuego deja un mensaje de poder al gobierno mexicano al manifestarse el llamado “narco terrorismo” que generó un caos no solo en Jalisco, sino en Colima, Guanajuato y San Luis Potosí.

Dentro de las fuentes del poder encontramos al sector empresarial, político, medios de comunicación, iglesia, sociedad civil y el narcotráfico como una fuente capaz de tocar con sus tentáculos todas las anteriores. Una fuerza tal que el viernes pasado demostró su poderío con una pequeña muestra de lo que es capaz de hacer si se lo propone.

El valor simbólico de la quema de bancos, gasolineras y bloqueos pone a pensar si el Estado mexicano arrancará una nueva guerra de baja intensidad contra el crimen organizado o doblará las manos ante el poder bélico del narco.

No cabe duda que el ominoso ataque marcará un antes y un después en la vida del país en materia de seguridad, pues esperemos no existan réplicas de estos atentados en otras zonas como ocurrió coordinadamente en Colima, San Luis y Guanajuato.

El presidente Enrique Peña Nieto decía –refiriéndose a los grupos subversivos– que hay gente que quiere desestabilizar su gobierno. Ahora vemos que lo realmente debe preocuparle no son los activistas y protestantes sino estos grupos de delincuencia organizada que hicieron ver al gobierno desorganizado.

En Ciudad Juárez sabemos de antemano lo que es vivir la violencia, nunca llegamos a esos niveles, pero lo que pasó aquí abrió una herida que aún no sana por completo y nos hace preguntarnos ¿tenemos los protocolos de seguridad para enfrentar una amenaza a esa escala? ¿Cómo se coordinarían Protección Civil, las fuerzas federales, municipales y militares en caso de narcobloqueos?... ¿Estamos preparados?

Esperemos por el bien de México que no sólo se capture a los líderes de estos cárteles, pues el hacerlo causa inmediatamente una guerra para que surja el remplazo, lo que hay que procurar es tener los protocolos de seguridad adecuados, pues para desarticular un ente tan poderoso hace falta más que voluntad política. Fuerza Jalisco… ¡No te rajes!

X