Opinion

Aumento de tensiones sociales

Sergio Conde Varela
Abogado

2015-04-17

Muchos juarenses, chihuahuenses y mexicanos, no encontramos ninguna justificación del porqué los tres niveles de gobierno pareciera que no se dan cuenta de lo que pasa a lo largo y ancho del país, como si sus ojos no vieran y sus oídos no oyeran, lo que bajo la piel del pueblo circula.
Es una cerrazón absurda, fuera de razón, enajenada.
El fondo de esto, es que la conducta oficial no cambia. La misma manera de pensar, la rutina de creer que las cosas y los problemas deben resolverse solos o con absurdas presiones y esto ha llegado a los límites de que agrupaciones como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, esté convocando para el 3 de mayo del corriente año a un seminario que ha llamado “El pensamiento crítico y la hidra capitalista”.
Según las noticias, asistirán a dicho evento cientos de invitados del mundo a la sierra chiapaneca y en donde los anfitriones, hombres y mujeres zapatistas, miran y entienden que se aproxima una catástrofe, porque las funciones que tiene el estado, son las mismas de hace 20, 40 o 100 años. El comunicado lo firma el subcomandante insurgente Galiano, bajo la fórmula “Yo te digo mi pensar y tú me dices el tuyo”, que será la frase que se proyecte entre los participantes.
Desde luego que esto debe imponer al gobierno un alto en el camino y una reflexión severa. Urge que los neoliberales y sus aprendices sepan que en el fuego de muchos hogares, hay malestar. Lo mismo sucede en áreas de periodistas, intelectuales, maestros, pequeños empresarios, trabajadores y dueños de algunos grandes consorcios chicoteados fiscalmente con fuerza inaudita.
De frente a lo anterior, ha estado apareciendo la justicia distributiva, proclamada por Santo Tomas de Aquino, de dar a cada quien lo que necesita y eso exige un radical cambio de conciencia de forma y de fondo.
Ya se dio un avance de esto en el asunto de la periodista Carmen Aristegui. Aquí en nuestra ciudad un grupo de personas, buscó mediante la interposición de un amparo, que no se violaran los derechos de la afectada en especial la libertad de expresión y el juez federal local, negó el amparo, por tratarse según dijo concretamente de un asunto laboral y no de la violación de la garantía invocada.
Sin embargo el juez federal Octavo en materia administrativa en la capital del país, Fernando Silva García, sentó un importante precedente al otorgarle la suspensión a la periodista y sujetar a la empresa MVS a un diálogo con ella, diciendo que la empresa no sólo era privada para fijarse sólo en sus intereses patrimoniales sino en los sociales y públicos derivados de ser una concesionaria y que la periodista en su pretensión es “de buen derecho”.
Estamos en buen tiempo para que el gobierno entienda, que su función es la resolución de los problemas sociales o comunitarios y que lastima el alma popular no sólo la reacción oficial en contra de la periodista por su valentía y profesionalismo de sacar a la luz algo tan difícil como adquisiciones que causan escándalo, sean de concesionarios o de funcionarios o familiares de ellos, rentados o vendidos. Afecta seriamente estos hechos a la función pública.
Que se entienda que a muchos causantes se les ha dado con el látigo fiscal, que a los poderosos no se les ha tocado; que a otros poderosos, no se les ha investigado sus copiosas sumas en los paraísos fiscales y que cuando se vienen encima las denuncias periodísticas, acuden a las frases que han acuñado como defensa: “primer día: noticia; segundo día: media noticia; tercer día: ya no es noticia”.
Que entiendan los funcionarios que sus puestos no son de reinado sino de servicio al pueblo, les guste o no. Que arrojen la soberbia y las posturas que sólo lastiman la dignidad humilde que el pueblo tiene y que se apuren en entender rápidamente las problemáticas que vive el país, para bien de todos. Enmendar conductas es el grito y desde luego: Hechos. No hay más.

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