Francisco Ortiz Bello
2015-04-11
El pasado domingo 5 de abril dieron inicio las campañas electorales en todo el país para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y Ciudad Juárez no fue la excepción, justo hace 8 días que arrancaron la actividades proselitistas de los candidatos y candidatas que contienden por los cuatro distritos electorales de nuestra ciudad.
Pero eso de que ya iniciaron las campañas en Juárez, aplica sólo a dos de los partidos que postularon candidatos o candidatas por los distritos 01, 02, 03 y 04 de esta frontera, el PAN y el PRI, porque de los demás partidos y candidatos ni sus luces.
Es decir, a 8 días de iniciado formalmente el periodo de 60 días, en el que los aspirantes a diputados pueden realizar toda clase de actos y eventos, para solicitar abiertamente el voto del electorado, hay algunos que ni un engomado han pegado y otros que ni siquiera han salido a hacer campaña. Por increíble que parezca, así es como están las cosas a una semana y un día de que se diera el banderazo de arranque para los candidatos. Aun incluso los llamados “partidos grandes”, como el PRI y el PAN, no realizaron ningún acto masivo de arranque de campaña, una estrategia muy utilizada en procesos electorales anteriores, mediante la cual se pretendía enviar un mensaje de fortaleza, unidad y amplias bases de militantes y simpatizantes, para fortalecer una imagen partidista de solidez y fuerza. Esta vez no hubo nada de eso.
Pero tampoco en lo particular, ningún candidato o candidata, de ninguno de los partidos políticos participantes, ha demostrado hasta el momento que tenga una idea clara de lo que busca, una propuesta bien estructurada pero, sobre todo, una estrategia bien definida.
Salvo contadas excepciones, ni en el PRI ni en el PAN –y ya no se diga en el resto de los partidos-, se ha visto una sola campaña que muestre plataforma legislativa clara y una oferta política que, por sus características de innovación o estudio cuidadoso del contexto juarense, sea capaz primero, de interesar al electorado y luego de motivarlo a la acción electoral.
Hay que señalar, un poco en descargo de los partidos, los candidatos, y sus desangeladas campañas electorales, que el actual proceso es inédito en muchas cosas.
Es la primera vez que se aplica la Reforma Electoral del 2014, que vino a modificar sustancialmente muchas de las etapas de todo el proceso, con una mayor vigilancia de las normas, por primera vez una fiscalización “en tiempo real”, digamos, y con una muy estricta regulación del uso de los medios de comunicación, y del dinero que ingresa a las campañas.
Es también la primera vez que existe la figura del candidato ciudadano o independiente, polémica concepción porque ni es ciudadano (todos quienes aspiran a esos cargos deben ser ciudadanos), ni es independiente, ya que su desempeño tanto en campaña como en San Lázaro –los que lleguen-, finalmente dependerá de una serie de variables y condicionantes tales como el adecuado flujo del recurso para sus campañas, proveniente de las prerrogativas que otorga el INE, condicionamientos y exigencias de grupos sociales para recibir su voto, y una larga lista de factores que acotarán su llamada “independencia”. Pero en fin, lo de la independencia o calidad de ciudadanía, entendemos, se refiere a que nos son postulados por ningún partido político.
Es la primera vez también, en la que se podrá cancelar el registro de alguno de los candidatos o candidatas registradas, porque incumplan con algunas de las disposiciones de la nueva Ley electoral, ya sea en el rebase de los topes de campaña o bien en conductas reiteradas, sistemáticas y deliberadas que los pongan en condiciones de privilegio o ventaja por sobre el resto de los contendientes.
En fin que, desde el punto de vista de normatividad, logística e historia, se trata de una elección muy distinta a todas las que hayamos visto antes, lo que – en teoría- exigiría de los candidatos que quieren ganar, nuevas estrategias electorales, nuevas tácticas para obtener el voto de los ciudadanos, pero ni lo uno ni lo otro.
En el octavo día del periodo de lucha electoral, y mediante un seguimiento puntual a cada una de las 36 o 37 campañas que, en teoría, se deberían estar realizando en Juárez, es muy triste y desolador tener que informar que no hay nada digno que informar. Si acaso dos o tres chispazos de igual número de candidatos que han sobresalido del resto, apenas por muy poco, pero que al menos han demostrado tener la intención de ganar, haciendo algo distinto para cautivar al electorado.
La candidata Liz Aguilera, del PRI, que busca el distrito 06 de la capital dio inicio a su campaña a la medianoche del sábado 4 de abril, para develar lo que fuera su primer anuncio panorámico en una cartelera, justo en los primero segundos, del primer día para hacer campaña. Al menos mostró ganas, alegría y deseo por iniciar cuanto antes su proyecto. La gente no puede dudar de que estaba preparada para iniciar cuanto antes.
Alejandro Domínguez, también del PRI, quien busca la diputación por el distrito 08 también de la capital, mostró una propuesta novedosa en materia de estrategias electorales. Domínguez propuso la creación de un comité ciudadano, conformado por distinguidos miembros o liderazgos sociales, encargado de revisar, analizar, supervisar y fiscalizar todo lo referente a su campaña.
Este comité estaría revisando desde las propuestas que realiza el candidato, hasta los recursos que ingresan y, por supuesto, la forma en que se utilizan, cuidando de que no rebase los límites establecidos.
En Ciudad Juárez, en el distrito 04 de la frontera, es el ex diputado panista Raúl García Ruiz, que también ya fue regidor, Secretario del Ayuntamiento en Delicias y precandidato a la alcaldía de Juárez, quien presenta una propuesta, si bien todavía algo “floja” y “suelta”, al menos resulta fresca, propositiva, proactiva y muy metida en el lenguaje actual de las tecnologías digitales de la información.
Propuesta que resulta digna de resaltar, porque contrasta diametralmente con la estrategia que parece tener el PAN a nivel nacional, de fuerte y duro golpeteo hacia el PRI en el gobierno, de señalamiento directo hacia escándalos de corrupción y tráfico de influencias, en los que se han visto envueltos distintos personajes del priismo en el gobierno, pero que poco abona a la construcción de mejores escenarios para la sociedad.
En el caso del candidato del PRI por el distrito 01, el ex titular de la JMAS el Doctor Fernando Uriarte, y contrario a lo que se esperaba, si bien no ha habido nada espectacular en cuanto a propuestas o actos campañeros, sí ha venido realizando una campaña de las llamadas “de tierra”, en un distrito harto complicado por el territorio que abarca y las dimensiones del mismo, así como por su composición demográfica y social. Sin embargo a arrastrado fuerte el “huarache” y por lo menos, a estrechado muchas más manos que cualquiera de los otros candidatos.
Y de ahí en fuera ¡Párele de contar! No hay una sola propuesta, campaña o siquiera ocurrencia digna de resaltar. De no ser por las que nada bueno les traen a los aspirantes, como la del candidato independiente Sergio Rivera, a quien le descubrieran, en Youtube, un video en el que se encuentra en completo estado de ebriedad, casi cayéndose sólo y peleando contra los molinos de viento del Quijote, y que no tendría nada de particular, de no ser por la forma en que Rivera abordó el tema.
Sin estrategia, oculto, sin hacer campaña, tratando de minimizar el hecho porque, dice ocurrió hace 5 años y dejando que se posicionara al punto de que el video se viralizó, y fue objeto de notas y reportajes en cadenas de televisión en el mundo. El problema no es que haya tomado y que lo hayan grabado, sino que no supieron, ni él ni su equipo responder adecuadamente a este fortuito evento. Y para rematar, no ha hecho campaña, nada absolutamente, en los ocho días que van de las mismas, argumentado que no tiene dinero para hacerlo ¡! O sea, que si al INE se le ocurre darle el dinero hasta mediados de mayo, ¿Hasta entonces hará campaña?
Y para rematar, otra joya, la insólita y ocurrente propuesta de Juan Blanco en el distrito 06 de Chihuahua, que ha prometido a sus electores si llega a San Lázaro ¡No dormirse en la curul! ¿Puede usted creer eso?
En resumen, campañas sosas, fofas, sin estrategia ni rumbo, sin operadores de medios ni redes sociales, sin idea y sin propuesta. Con boletines de prensa desfasados hasta por un día entero, que bien s podrían repetir íntegramente en sus textos todos los días, porque reportan lo mismo. Vaya, campañas sin sustancia. Ojalá se compongan.