Opinion

“Guerra de lodo”

Arturo Mendoza Díaz / Analista político

2015-04-10

En plena contienda electoral, días grises vienen para los ciudadanos cuando a la búsqueda del triunfo en las urnas algunos partidos malversen el tiempo que la ley les concede para que envíen mensajes al electorado.

De por sí que el Partido Verde, en un proceder totalmente contrario a la ética, se adornó hasta el hartazgo presentándose como el hacedor de todo lo bueno que emanó de los recintos parlamentarios, y ahora vendrán tiempos peores.

Y es que, como dicen, este proceso electoral tendrá características inéditas. Por ejemplo porque habrá candidatos independientes, a la vez que se busca la vigencia de los principios de imparcialidad y equidad, también será singular por la guerra de lodo.

Por supuesto, cada partido político es libre de elaborar sus estrategias como mejor le acomode, aunque también debiera tener en consideración al sufrido ciudadano, que es quien a fin de cuentas solventa todos los gastos, hasta los que llevan a generar dislates.

En cuanto a los partidos “de peso” en nuestra entidad federativa, que son el Partido Revolucionario Institucional –PRI– y el Partido Acción Nacional –PAN–, el primero enarbolará en su campaña las reformas que llevó a cabo el Gobierno federal, así como las acciones de gobierno.

Por otra parte, la decisión del PRI, como diría Perogrullo, es muy suya, en una praxis de campaña que incluirá el discurso particular de cada candidato, conforme a su estilo y a las características del distrito en que se desenvuelva.

Cuestión diferente habrán de ser las particularidades, entre las que está el hecho de que las reformas estructurales que se realizaron no producirán dividendos positivos inmediatos.

Ésta es la situación verdadera, puesto que los cambios que se introdujeron inciden en el modo de hacer política administrativa, y habrán de notarse en la economía y en la calidad de vida de los gobernados hasta dentro de varios años.

La táctica del PAN, por otro lado, estriba en emplear señalamientos de corrupción y de enriquecimiento ilícito, y se había dicho que con ese fin pondría en evidencia a César Camacho Quiroz, dirigente nacional del PRI, por usar relojes caros. Asimismo, criticaría a altos funcionarios priistas por detentar propiedades millonarias allende el río Bravo.

Empero, la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación –TEPJF–, mediante la que levantó la suspensión que el Instituto Nacional Electoral –INE– le había impuesto al PAN para que suspendiera su mensaje en contra del gobernador César Duarte, hizo que Acción Nacional reactivara este spot.

De esa manera, la inspiración del PAN cambió de “muso”, con lo que dejó en paz al dirigente nacional del PRI, para enfocar ahora sus baterías, otra vez, hacia la figura del Ejecutivo estatal.

El TEPJF consideró que el spot panista que había sido suspendido por el INE se encuentra apegado a la libertad de expresión, y que no tiene como fin principal promover la plataforma electoral del partido.

Sin embargo, como es del dominio público, el PAN dejó atrás las campañas propositivas, de ofrecer a los ciudadanos una mejor forma de gobernar, para enfrascarse en una guerra de lodo.

De más está decir que Acción Nacional parece olvidar las decenas de miles de muertos originados en la “guerra” de Calderón, las frivolidades de doña Martha Sahagún, los errores de Fox y los actos de corrupción de gobernantes emanados del PAN.

Ahora bien, lo repetimos, por todo esto que, en efecto, llevará a que este proceso electoral sea singular, es muy probable que como efecto de esa manera de hacer campaña por parte del PAN, este partido finalmente quede mucho más a la zaga que los diez puntos porcentuales que actualmente se encuentra por abajo del PRI.

Más todavía. Si eso habrá de ser después del conteo de los sufragios el día de la elección, de hecho los ciudadanos estaremos condenados a sufrir la presentación del spot de marras, en que se condena a priori a César Duarte, para obtener dividendos políticos.

Y con ello una contienda que debiera ser de caballeros, baja hasta su mínima expresión, desatando las pasiones. Entonces, ante una lógica y posible respuesta del PRI, el estado de Chihuahua, en efecto, padecerá un proceso electoral inédito, cuando menos por la guerra de lodo.

 

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