Opinion

Estos jóvenes-viejos

Carlos Murillo M.
Abogado

2014-09-17

Cuando los jóvenes desean cumplir con el estereotipo de los viejos, entonces se vuelven jóvenes-viejos y, al hacerlo, desperdician la oportunidad de vivir su propia etapa, condenándose a repetir los mismos errores de las generaciones pasadas y mantener una herencia caduca de la corrupción que tanto daño nos hace.
Por el contrario, también hay viejos que han logrado mantener su juventud, demostrando que es posible mantener encendido el pebetero de la esperanza, estos jóvenes de corazón han decidido dejar en cada minuto un rastro de sus propias huellas en el camino, esa vocación sólo puede salir de un espíritu joven.
He visto desfilar a cientos de jóvenes talentosos por diferentes partidos políticos, algunos se suman por la fuerza de la inercia que los lleva a pertenecer a un grupo y sentirse identificados, otros están ahí por una intuición de encontrar un trabajo, otros por instinto de hacer algo, aunque también hay quienes de plano lo hacen por ambición y muchos otros por conveniencia.
Pero, dedicarle tiempo y esfuerzo a un partido político para cambiar a la sociedad no es fácil, requiere de inteligencia, astucia, perspicacia, arrojo, pero también de prudencia, disciplina, ética y serenidad, esta combinación de caracteres no es fácil de encontrar, ni en adultos, ni en jóvenes.
Claro que hago un catálogo de características para construir el perfil del político ideal, pero la triste realidad es que pocos, muy pocos se acercan a este perfil de estadista, lamentablemente son más los estafadores, los que mienten por sistema, acostumbrados a engañarse a sí mismos y dispuestos a defraudar hasta a su madre si es necesario para lograr un pequeño triunfo, son aquellos que escucharon de las generaciones pasadas que todo se puede, sólo hay que saber cómo y el cómo siempre es violando la ley impunemente.
Son estos jóvenes-viejos los que abandonaron el camino y eligieron la vereda, el atajo, y los hay en todos lados, en el PAN son los hijos de Martha Sahagún, en el PRI los hijos de Fausto Vallejo, en el PRD los hijos de René Bejarano y en el PVEM el mismísimo Niño Verde, Jorge Emilio González.
Pero en todos lados se cuecen habas, no es privativo de los partidos políticos, de hecho es una condición humana, la corrupción está presente en las iglesias, en los clubes deportivos o entre los empresarios, en esencia el problema es cuando la política se degenera en el abuso del poder.
El día de ayer el presidente Enrique Serrano anunció la separación definitiva de quien fuera director de la Academia de Policía, el joven profesionista Gilberto Ontiveros Chávez. La medida se toma porque hace unos meses Ontiveros obligó a los cadetes de la Policía municipal a afiliarse al PRI, en este caso, al joven le ganó su inexperiencia y el interés desbordado por simular el compromiso político con su partido al modo antiguo, cuando realmente lo que debe hacer un funcionario público es trabajar en su encomienda para cumplir con su trabajo desde la administración pública y, con resultados, abonarle prestigio a su instituto político.
Con esta decisión el alcalde Serrano deja claro que no se permitirá la ilegalidad en su administración, estas mismas decisiones ya las ha tomado en otros casos, por ejemplo en Comercio Municipal donde se despidió al subdirector y al director administrativo por actos de corrupción –también jóvenes–, después a la asesora Alva Almazán por los mismos motivos, demostrando que cualquiera, por más cercano que sea, puede ser separado de su encargo por cometer actos fuera de la ley.
Cualquiera que tenga interés en la política puede promover nuevos modelos de participación para lograr generar la transformación social, porque repetir las viejas y decadentes fórmulas de hacer política es retroceder.

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