LA COLUMNA

DE LOS REPORTEROS

Comerciantes de la avenida Adolfo López Mateos se comunicaron con Los Reporteros para alertar a otros propietarios de negocios ubicados en esa zona de la ciudad acerca de una banda de asaltantes que llega arrasando con todo cuando los negocios ya han cerrado sus operaciones del día.
Uno de ellos explicó que los integrantes de ese grupo delictivo (4) aparentemente estudiaron los movimientos de su local, un taller mecánico, ya que esperaron a que el velador llegara, alrededor de las 10:00 de la noche, que es su hora de entrada, y en cuanto se bajó de su camioneta pick up lo amenazaron con armas de fuego y lo obligaron a abrir el taller.
Una vez que quitó los candados del portón, lo llevaron a la oficina y ahí lo amarraron y lo dejaron encerrado, luego subieron todas las herramientas y equipo que había en el lugar a la camioneta del velador y a otra camioneta que estaba dentro del taller. Quisieron apoderarse de un tercer vehículo pero no pudieron porque, no obstante que amenazaron al velador para que les entregara las llaves, pero no lo hizo porque simplemente ignoraba dónde estaban.
El caso es que durante una hora estuvieron como si nada seleccionando qué robar, prácticamente vaciaron el taller, sin importar que dos perros que vigilan el lugar les dieron guerra. Huyeron con la mayor parsimonia.
Otro negocio que corrió similar suerte está sobre una de las calles perpendiculares a la López Mateos, casi en la esquina con ésta. En ese lugar el asalto ocurrió a plena luz del día, como a las 5:00 pm. Llegaron cuatro hombres que dijeron a los dependientes que iban a cobrar una deuda que tenía el dueño del taller (que en ese momento no se encontraba) con una persona equis. Bajo ese argumento, y amenazando a los ahí presentes, cargaron con toda la herramienta y equipo, y se lo llevaron.
Los quejosos señalan que las patrullas de todas las corporaciones pasan muy seguido por esa avenida, por lo que les parece extraño que no repararan en dos camionetas sobrecargadas con herramienta y equipo a media noche y una de ellas sin placas y con vidrios polarizados y llantas altas.
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Muy comentado el hecho de que no obstante de que se renovó completamente la carpeta de la avenida De las Industrias –o Antonio J. Bermúdez– el sector continúa inundándose como antes de que se realizaran las obras comprendidas dentro del Programa de Movilidad Urbana (PMU).
Pero no sólo ese tramo del PMU presentó anegamientos por las lluvias de la madrugada del martes, otros que también ya están terminados o en proceso de entrega, se inundaron con las lluvias, provocando congestionamientos y problemas mecánicos a algunos vehículos.
Conductores consultados por Los Reporteros comentaban que ellos utilizaron esas vías creyendo que como eran “nuevas” no iban a presentar inundaciones, pero que se encontraron con que en algunas de 6 carriles sólo se podía circular por uno, lo que generó largas filas y retrasos.
En algunos lugares el nivel del agua alcanzó más de medio metro de profundidad, pero en términos generales no fue tan grave la situación por tratarse de un día inhábil. Sin embargo, están pronosticadas precipitaciones pluviales durante el resto de la semana, por lo que podrían agravarse las condiciones si no se hace algo para dar salida al agua.

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Pero hubo quienes, como consecuencia de las obras en proceso, en conjunción con las lluvias, y la no prevención de contingencias por parte de las autoridades, enfrentaron situaciones todavía más delicadas. Tal es el caso de una familia que tiene su vivienda en la esquina de Pápagos y Chichimecas, de la colonia Azteca, quienes tuvieron el infortunio de que las autoridades municipales acudieran a iniciar los trabajos de sustitución de la carpeta asfáltica, para lo cual realizaron excavaciones justo antes de que se presentaran las lluvias.
Con las precipitaciones el agua se acumuló en los hoyos que dejaron y la única salida que encontró la corriente fue hacia esa casa, inundándola por completo.
Los habitantes de esa casa reportaron daños totales a sus muebles, ropa, aparatos eléctricos, documentos oficiales e incluso los útiles escolares de sus hijos. Pero consideran que lo peor que les pasó es la respuesta de las autoridades cuando pidieron ayuda.
Explicaron que acudió un hombre que sólo se identificó como Daniel, que les dijo que él era el encargado de la obra, que iba de parte del director de Obras Públicas, Manuel Aguirre y que no podía hacer nada para ayudarlos, que le hicieran como quisieran.
Lo único que atinaron a decirle es que no pedían otra cosa que sacaran el agua de su casa y que evitaran que entrara más. Lograron que les hicieran una especie de dique con tierra al frente de su vivienda, después llegó personal de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento para tratar de desfogar el acumulamiento del líquido, pero les advirtieron que si continuaba lloviendo el agua volvería a inundar su vivienda. Así las cosas.

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En el PAN siguen dándose hasta con la cubeta previo a la elección interna para renovar la dirigencia municipal. Al actual dirigente, Hiram Apolo Contreras Herrera ya hasta le compusieron una versión de la melodía Tomás, en la que la letra dice, entre otras cosas: “cuando los del PAN me ven llegar sin pensar corren más, porque afines sólo tengo tres en el partido, que soy terco y no sé qué, reelegirme no está bien y que alcalde quiero ser… y no es cierto, no me explico porque les caigo tan mal”.
En ese contexto es que un nuevo suspirante a relevar a Hiram surgió en el partido de la derecha. Se trata de Abelardo Valenzuela, quien ya fue regidor y diputado local, incluso ya se postuló una vez para liderar AN en Juárez, pero no tuvo éxito porque se vio envuelto en un escándalo al ser acusado de usar drogas.
Dicen que Valenzuela llega a sustituir a Juan Carlos González, quien se había propuesto como candidato abanderando una campaña para unificar al partido, promoviendo que las diferentes facciones en pugna olvidaran sus rencores, ambiciones y lograr rearmar un PAN fuerte. Al final resultó que declinó en sus aspiraciones a favor de Valenzuela, quien ya se promueve como el candidato del grupo que encabeza Cruz Pérez Cuellar.

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Un día antes de que se realizara la ceremonia de el Grito, en la vieja presidencia municipal, hoy ocupada por el Centro Municipal de las Artes, preguntamos en este espacio si estaba listo el Centro –y las autoridades, por supuesto– para un evento de tales dimensiones.
Los resultados indican que por las condiciones actuales que guarda esa zona ya no es adecuada para la realización de eventos que convoquen a decenas de miles de personas –se habla de 35 mil en este caso– o deben tomarse mayores medidas para prevenir que los asistentes estén expuestos a algún riesgo.
Oficialmente se dijo que 70 personas fueron atendidas por sofocamiento y desmayos, lo cual fue descrito por el jefe del Departamento de Socorro de la Cruz Roja como un hecho sin precedente en los eventos anteriores, quien consideró que muy probablemente se debieron a lo reducido del espacio.
Para las autoridades, sin embargo, todo fue satisfactorio. El alcalde Enrique Serrano dijo que se rebasaron las expectativas, porque nunca pensó que acudirían tantas personas, a pesar de que ellos no acarrearon vecinos desde las colonias, como se hacía anteriormente.
“No se proveyeron camiones, la gente llegó sola, no hubo absolutamente ningún camión para llevar gente... la gente está viendo que hay espacios en la ciudad que han sido recuperados por la propia sociedad y que el nivel de seguridad es bastante satisfactorio”, expuso.

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La pregunta de ayer en los círculos priistas fue ¿por qué no se vio al síndico Fernando Martínez Acosta en ninguno de los actos oficiales relacionados con los festejos por la conmemoración del inicio de la Guerra de Independencia de México. Ni en la ceremonia del Grito ni en el desfile hizo presencia. Dicen que luego de los informes en los que dejó mal paradas a diversas áreas de la Administración Municipal, existe un rompimiento con el alcalde Enrique Serrano Escobar. ¿Será? Porque antes se había dicho que algunos de esos informes fueron elaborados precisamente a petición del mandatario. Estaremos pendientes.