Sergio Armendáriz
Catedrático
...Se necesitaron dieciocho años para crecer la deuda de dos mil a doce mil millones de pesos, pero sólo menos de tres, para subirla a casi cuarentaidos mil millones...” exclama con azoro un experimentado analista político, “... con la diferencia de que en el primer caso se ubica con claridad el destino de estos recursos que se aplicaron de 1993 a 2010, de Francisco Barrio a José Reyes Baeza, principalmente en obras de infraestructura carretera, hospitalaria, educativa y de servicios públicos...”
“... Al ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, se le generó un escándalo nacional y fue destituido de la presidencia del PRI por un adeudo acumulado en su administración de menos de treintaicuatro mil millones de pesos, que por cierto estaba sustentado en numerosos proyectos de inversión pública a lo largo y ancho de esa entidad vecina de Chihuahua...’
Continúa nuestro interlocutor, “... el gobernador César Duarte ha colocado a Chihuahua en los primeros lugares nacionales en materia de endeudamiento, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público lo consigna en su página de Internet: Chihuahua ocupa el primer lugar en la clasificación de porcentaje de la deuda con respecto al PIB, con un 9 por ciento; en el plazo promedio de esta, con un sorprendente rango de 20.2 años y en el volumen más alto de emisiones bursátiles, con 14 mil 800 millones de pesos; Quintana Roo y Chiapas son el segundo y tercer lugar de la primera clasificación con un distante 7.5 y 7.2 por ciento; Veracruz y Michoacán a su vez hacen lo propio en la segunda clasificación con 19.6 y 19.3 años, y el Distrito Federal y Oaxaca por su parte son el segundo y tercer lugar en la tercera clasificación con un distante volumen de sólo 2 mil y mil 200 millones de pesos ...”
Agrega, “... Chihuahua ocupa asimismo el segundo lugar nacional en el porcentaje de la deuda pública en relación a las participaciones federales, con un increíble 270.6 por ciento, sólo detrás de Coahuila con un 278.6 por ciento, aunque en justicia debe destacarse que al término de la administración anterior que estuvo encabezada por José Reyes Baeza, este porcentaje era de sólo 100 por ciento y creció respectivamente en 2011 y 2012 en 118 y 160 por ciento, ya durante la administración duartista...”
Enfatiza, “... en el volumen total de la deuda, este estado se movió del octavo lugar hace pocos años a sólo el tercero en 2013, con 41 mil 768 millones de pesos, únicamente detrás del Distrito Federal y de Nuevo León, que reflejaron 62 mil 962 y 51 mil 911 millones de pesos cada uno; aunque con franqueza el tamaño de la economía de estos últimos es mucho mayor en varias veces al nuestro, así como su infraestructura y volúmenes de inversión privada directa, por no mencionar su importancia política. También Jalisco, Puebla y el Estado de México son muy visibles, sin embargo, sin el endeudamiento irresponsable comprometido por el gobierno de Duarte Jáquez…”
“... La deuda de Chihuahua es también de las más caras, al situarse con 6.5 por ciento, entre las siete principales, junto con Baja California, Quintana Roo, Tamaulipas, Nuevo León, Nayarit y Jalisco; de hecho, es importante la concientización de que se habita ya una brutal sociedad en deuda histórica, los chihuahuenses somos los mexicanos más endeudados injustamente per cápita en el país…”
“… pero más sorprendente aún, es el hecho de que nadie conoce con precisión en qué se han invertido tan cuantiosas sumas que tan alegre como irresponsablemente ha autorizado el Congreso estatal, por vía mayoritaria del PRI y PAN. Se sospecha que una parte ha sido simplemente para gasto corriente, destinado principalmente al pago de la nómina del sector educativo y de salud; otra más para el servicio o pago de intereses de este adeudo, que sólo en enero ya significó casi 300 millones de pesos; el pago de publicidad a medios de comunicación, especialmente de la Ciudad de México, representó cerca de los mil millones de pesos en 2013 y desde luego, innecesarias obras de relumbrón…”
Concluye sombrío, “... el actual Gobierno del Estado ha hipotecado el futuro de todos por los próximos treinta años y no se ve claro cómo pueda concluir la presente administración sin llegar a un estado de quiebra financiera, en el que tendría que entrar al rescate el Gobierno de la República...” ¿Podremos los ciudadanos aguantar hasta entonces?