Opinion

El presidente de las reformas y los toletes

LUIS JAVIER VALERO FLORES

2013-09-14

Cuesta trabajo entender la forma de pensar de Enrique Peña Nieto y del equipo que lo acompaña. Durante largas semanas dejó que se incubara el conflicto con una porción importante del magisterio nacional, porque al contrario del conocimiento generalizado (promovido entusiastamente por los poderes fácticos, curiosamente agrupados en el mando de las dos cadenas televisivas y radiofónicas del país) los maestros que rechazan las reformas a la legislación educativa son muchos más que los agrupados en las distintas facciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
De ahí la profundidad y amplitud de la respuesta a la convocatoria a las distintas acciones de rechazo a la reforma educativa, efectuadas en alrededor de 25 entidades en las últimas dos semanas.
Sorprende que, de repente, Peña Nieto tuviese la urgencia de celebrar la ceremonia del Grito de Independencia desde Palacio Nacional y sólo hasta entonces lanzara a sus tropas para desalojar a los manifestantes. Ni siquiera cuando las acciones de los maestros causaron grandes molestias a los capitalinos, o a los usuarios del aeropuerto del DF, tomó tal decisión.
No, sólo hasta que sus intereses, o sus afectos, o sus caprichos se vieron afectados, entonces actuó ¿O quizá porque los militares le impusieron un ultimátum, el mismo que hoy aplauden a rabiar la derecha, los empresarios y los clasemedieros de todo el país, esos que ahora van a pagar –si se aprueba– el IVA en las colegiaturas de sus hijos? ¿Y que el ultimátum tuviera que ver, no precisamente con la ceremonia del “Grito”, sino con el desfile del 16 de septiembre, la fiesta por excelencia de la cúpula militar?
¿O se trató de mostrar, solamente, “quien manda en el país”?
Cuesta trabajo aceptar la presentación de tantas coincidencias: Desde antes del vencimiento del ultimátum del desalojo, la presidencia había circulado profusamente la invitación a la ceremonia del “Grito”; una hora antes de las acciones del Zócalo, fue detenido el dirigente magisterial de Guerrero, Minervino Morán; luego, en una operación de “encapsulamiento” y porque, supuestamente, unos jóvenes habían agredido a los policías, éstos retuvieron un contingente de maestros en el que, por purititita coincidencia, se encontraban los dirigentes de las secciones 22, de Oaxaca, 18, de Michoacán y el de la 9, del DF.
¡Híjole, suertudos que son los policías!
Los dirigentes encabezaban la marcha que iba al Monumento a la Revolución, luego de haber aceptado salir del Zócalo.
Desalojado el Zócalo, si se cree que el conflicto terminó, se podrá caer en una gran equivocación. Restan pesadas jornadas de conflictos, ya no sólo en el centro histórico de la capital mexicana; abarcarán, por desgracia, a otras zonas del país. Chihuahua y la mayoría de sus habitantes lo vivirán levemente y muy de lejos; de aquí se lanzarán muchas diatribas a los maestros y sus luchas reflejando cuán profundamente están enraizadas las posiciones conservadoras en nuestra sociedad.
Pero el número de maestros chihuahuenses que rechazan la reforma no es menor, pueden ser pocos los que posean la audacia suficiente como para expresar vivamente tal rechazo, pero los que adquieren conciencia de la profundidad de la agresión a sus derechos laborales crecen con los días. Y, por esa vía, se van sumando a la masa crítica, tan necesaria en el actual momento de Chihuahua.
Y si hubiera que poner un ejemplo de la carencia de tal masa crítica, la pretensión gubernamental de elevar el IVA en la franja fronteriza es un claro ejemplo.
El viernes, los legisladores federales firmaron un pacto con empresarios juarenses a fin de lograr que tal reforma no se concrete. Para tal efecto acordaron elaborar un documento dirigido a los secretarios de Hacienda y Economía en el que sustentarían su rechazo con un estudio de los impactos que sufriría la frontera juarense, si se aprobara tal incremento.
Lo firmarían diputados, senadores del PRI y del PAN (No se mencionaron a las diputadas federales del Movimiento Ciudadano, Martha Beatriz Córdoba; PT, Lilia Aguilar y del PRD, Crystal Tovar ¿Sabrán algo del tema?), empresarios –del Consejo Coordinador Empresarial– y funcionarios de la industria maquiladora, así como el alcalde electo Enrique Serrano.
Quien mejor representó la manera equivocada de abordar los asuntos del presupuesto, de las leyes de ingreso y de las facultades del Congreso fue precisamente el diputado federal priista, Ignacio Duarte, pues afirmó “que lo que van a presentar es una propuesta, que exigirán que sea analizada a fondo y de manera seria, pero que no es con paros ni con broncas como se alcanzarán resultados, sino demostrando con estudios y análisis los efectos”. (La Columna, De los reporteros, El Diario de Juárez, 14/IX/13).
El primo del Gobernador y el hermano del alcalde, ambos diputados federales, les declararon a los empresarios que “los diputados somos sus aliados y claro que estamos en contra de la reforma”, por ello, la propuesta se la presentarán a los secretarios de Estado, subordinados del Presidente Peña Nieto. Pero el problema es que éste, a través de su Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ya la presentó ¡¡Al Congreso de la Unión!!
Es decir, que formalmente por lo menos, esas iniciativas ya se encuentran bajo su jurisdicción, y no en la de Videgaray, o en la del Secretario de Economía, de tal manera que quienes debieran pronunciarse en el sentido de no aprobar tal incremento al IVA debiesen ser ellos, sus compañeros de partido, sus coordinadores parlamentarios y debiesen, además, buscar los votos de los demás partidos.
¿O es que acaso esperan convencer a los secretarios del Presidente, para que éste, por la vía del Secretario de Gobernación, les ordene votar en contra del mencionado incremento? ¡Qué cosas!
Y lo mismo debiera aplicarse al Gobernador Duarte. Los cabildeos para evitar ese IVA debieran hacerlos con sus homólogos, los gobernadores, con sus compañeros de partido que son legisladores federales y delegar en las respectivas áreas de la Cámara de Diputados el cálculo de lo que representaría la disminución de los ingresos –alrededor de 55 mil millones de pesos– que ya hacían en las arcas de Hacienda federal.
¿Que es bueno cabildearlo con el Presidente de la República? Claro que sí, pero es el momento de mostrarnos el “nuevo” PRI que nos pregonaron con la llegada de Peña Nieto a la presidencia, el problema estriba en que a cada paso se advierten las huellas de su gobierno, muy semejantes a las de antes del 2000.
Los juarenses serán de los primeros en resentir tal falta de congruencia con los discursos de la campaña electoral del 2012. Desde antes, en distintas formas y eventos, Peña Nieto sabía de la necesidad de decretar medidas excepcionales para la frontera norteña en general, y en particular para la juarense –por la violencia desatada y la parálisis económica– y había expresado su simpatía.
¿Cómo compaginar tales actitudes con las expresiones de Luis Videgaray, cuando declaró que mantener el IVA fronterizo (en 11%) era “injusto” para el resto del país?
Pero las acciones y posturas desarticuladas se encuentran en casi todo el quehacer gubernamental del mexiquense. ¿A quién se le ocurre quitar la exención del pago de IVA en la adquisición de todas las casas? ¿O la renta e hipotecas de todo tipo de vivienda?
Es decir, que a los precios anteriores se deberá agregar el IVA, con lo que, por lo menos para las capas de bajo poder adquisitivo, se volverá aún más difícil la adquisición de vivienda nueva, o el pago de la renta.
Además, como si no lo supieran, esa medida puede inhibir el crecimiento de la industria de la construcción, y ya todo mundo sabemos lo que eso significa.
Otra medida de esas es el de las colegiaturas. Ciertamente con la regulación vigente la elusión fiscal es doble: Por un lado no se paga el IVA y por el otro se deduce fiscalmente el pago de la colegiatura. Doble ganancia. Pero todos esos ciudadanos que increpan a los maestros porque protestan, aplauden las medidas represivas y que pregonan que ahora sí “habrá orden” en el sector educativo ¿Regresarán a sus hijos a las escuelas públicas?

LA BURLA.- Una hora antes del desalojo del Zócalo de la ciudad de México, para que el “pueblo de México disfrute de las fiestas patrias”, el Presidente Enrique Peña Nieto dijo esto: “México es un país de paz, de armonía social, y para fortuna de los mexicanos cuenta con instituciones democráticas que están dedicadas a velar por el Estado de derecho, y tienen la obligación de hacerlo por los derechos de los ciudadanos”.

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