Opinion

¿Quién se enteró?

Jesús Antonio Camarillo
Analista político

2012-12-14

¿Quién se enteró que en días recientes, bajo la coordinación de la UNAM, se presentó el documento “Transformando al Sistema Educativo Nacional. Diez propuestas para diez años”? Texto en el que, por un lado, se plantea enfáticamente  la necesidad de una política de Estado en materia educativa, hasta ahora inexistente; y, por otro, se hace ver que en materia educativa, en nuestro país, cuando los hay, los avances suelen ser muy lentos y generacionales debido a que no ofrecen rendimientos políticos inmediatos a los gobernantes en turno. El documento de 300 cuartillas, dado a conocer esta semana por el Dr. José Narro Robles, rector de la UNAM, trabaja en cuatro ejes: lograr una auténtica articulación del sistema educativo; establecer una mayor coordinación de todos los sectores implicados; ampliación de la cobertura educativa y mejorar la calidad. Para ello se hace un diagnóstico de todo el sistema educativo nacional, reivindicando el trascendente papel de la educación pública en todos los niveles. Son 10 propuestas, que se despliegan en 60 objetivos y en casi 100 acciones de carácter transexenal.
¿Quién se enteró en estos días que el Gobierno de Enrique Peña Nieto pretende reducir en 37%, con relación al año 2012, el presupuesto para la cultura en nuestro país, al presentar para su discusión en el Congreso de la Unión la propuesta de Presupuesto de Egresos? En el pasado quedaron los 8 mil 043 millones 909 mil 025 pesos que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes recibió este año que termina; en 2013 sólo se le destinarán 5 mil 069 millones 162 mil 097 pesos. Lo que representa un serio impacto a la ya de por sí sufrida vida cultural de México. Un primer golpe bajo para los creadores que en este sexenio tendrán que ajustarse a lo que venga y una notable reducción a los diversos subsidios que sostienen a diversas manifestaciones artísticas a las que nadie, en este país, apoya.
¿Quién se enteró que hace unos cuantos días, según información dada a conocer por el Índice de Percepción de la Organización de Transparencia Internacional, México ocupa el nada honorable sitio 105, apenas empatado con Bolivia, en un ranking que mide el índice de corrupción, y en el que Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda ocupan los primeros lugares como los países menos corruptos del mundo? Según la citada organización, los países peor calificados se caracterizan por contar con una procuración e impartición de justicia sumamente frágil, lenta y cara. Así como por una falta de autonomía y respeto entre las diversas ramas del poder y una precaria legitimidad institucional. Cabe aclarar que ninguno de los países latinoamericanos aparece dentro de los primeros diez menos corruptos del orbe, pero Uruguay y Chile se mantienen como los países con menor corrupción en el continente.
¿Quién se enteró, que en los inicios de diciembre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en una de sus decisiones más importantes de los últimos años en materia de derechos fundamentales, determinó que un artículo del Código Civil de Oaxaca –como la casi totalidad de las codificaciones civiles de los estados- que establece como uno de los fines del matrimonio la procreación de la especie, atenta contra la autodeterminación de las personas y el derecho al libre desarrollo de la personalidad? Finalmente, pero de manera tardía, la Suprema Corte de Justicia toma cartas sobre el asunto y decide declarar la irregularidad constitucional de un precepto antiquísimo que pese a estar en todas las legislaciones estatales, se nutre solamente del dogma y la cerrazón.
¿Quién se enteró que el sábado pasado se presentó en Ciudad Juárez el número 12 de la revista Paso del Río Grande del Norte, coordinada por los profesores de la UACJ, Margarita Salazar y Ricardo de León? La presentación corrió a cargo del doctor Pedro Siller y el propio Ricardo. Dedicado a nuestra ciudad, se trata, para mi gusto, de uno de los mejores números de la revista. La recomiendo ampliamente.
En suma, tantas cosas interesantes. Lástima que dado el lamentable deceso de Jenny Rivera, el duopolio televisivo no deja enterarse de otros sucesos que no sean los pormenores indignantes de un accidente con el que se seguirá lucrando hasta nuevo aviso. Mañana el morbo de los mexicanos hará explosión en “La Voz... México”. Pura prosperidad para los máximos poderes fácticos.

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