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Excluyen de Arlington a pilotos mujeres de Segunda Guerra Mundial

Michael S. Schmidt / New York Times News Service

2016-03-03

Silver Spring, Maryland— Poco después de que muriera Elaine D. Harmon en abril, a los 95 años de edad, su familia encontró una carta en una caja a prueba de fuego con instrucciones explícitas: quería que sus cenizas quedaran en el Cementerio Nacional de Arlington.
“Aun si no quedan cenizas, me gustaría que se colocara una urna vacía en Arlington”, escribió Harmon, quien formó parte de una unidad de mil mujeres en la Segunda Guerra Mundial que transportaron aviones militares y bombarderos, y entrenaron a hombres para que los volaran.
Sin embargo, 10 meses después, no se ha hecho el funeral, ni el servicio conmemorativo, ni las exequias de Harmon. Una caja negra grande con sus cenizas está en un estante, arribe de algunas blusas y suéteres, en el armario de la recámara de su hija, en un condominio en este suburbio de Washington.
La familia de Harmon ha retrasados las honras fúnebres porque el Ejército, el encargado del Cementerio Nacional de Arlington, dice que, en la guerra, esa unidad –conocida como WASP, por sus siglas en inglés, que significan servicio de las pilotos de la Fuerza Aérea–, técnicamente, no era parte suya. Por lo tanto, falló el Ejército, sus cenizas no se pueden colocar en ningún bloque de nichos allí. (El Ejército también arguye que el cementerio –donde están enterrados más de 400,000 veteranos, sus cónyuges y otros– se está quedando sin espacio para tumbas y urnas.)
Algunos legisladores del Congreso de Estados Unidos y veteranos están indignados por la decisión del Ejército y dicen que es una burda contradicción.
Según las normas del Ejército para el cementerio, si Harmon hubiera estado casada con un veterano que ya estuviera en Arlington, se habría aprobado su solicitud, aun si nunca hubiera servido en alguna unidad militar. Y hay varios extranjeros enterrados en Arlington, incluido un prisionero de guerra alemán de la Segunda Guerra Mundial que murió bajo custodia estadounidense.
“Hay que pensar en la ironía de que al mismo tiempo que el Pentágono está abriendo todas las misiones a hombres y mujeres en el ejército, está cerrando la puerta a las mujeres que fueron pioneras”, dijo la representante republicana por Arizona, Martha McSally, al referirse a la decisión del secretario de la defensa, Ash Carter, del año pasado, de abrir puestos de combate para las mujeres.
McSally, quien fue la primera piloto de combate en la Fuerza Aérea que hizo vuelos en combates, presentó una legislación por la cual se permitiría que las WASP sean enterradas en Arlington. Dijo que solo cerca de 100 mujeres de la unidad siguen vivas, y que solo dos habían solicitado descansar en el cementerio.
“Si no vas a hacer lo correcto, nosotros haremos que suceda”, dijo McSally.
El Ejército dijo que en una revisión jurídica interna el año pasado, se concluyó que un tecnicismo en una legislación aprobada en 1977 evita el entierro de las WASP en Arlington. En ella se designa a las mujeres como servicio activo para propósitos de las prestaciones del Departamento de Asuntos de los Veteranos. Sin embargo, no les concede el estatus con los servicios armados y por eso no les confiere el derecho a que las entierren en Arlington.
“Con base en la demanda y la capacidad actuales, para mediados de los 2030, se agotará el espacio en Arlington para entierros y depósito de cenizas de cualquier elemento en servicio activo o veterano en los próximos 20 años”, dijo el Ejército en una declaración. “En tanto administradores de estos terrenos santificados, seguimos comprometidos a mantener a Arlington como un cementerio activo por el tiempo que sea posible continuar honrando y sirviendo a los héroes militares de la nación”.
Estaba programado que la hija de Harmon, Terry, y su nieta Erin se presentaran en el programa de Fox News, “On the Record With Greta Van Susteren” a principios de enero. Sin embargo, a último momento, un productor llamó y les dijo que se había cancelado su segmento y que McSally iría al programa para hablar del asunto como veterana y legisladora del Congreso.
La hija y la nieta de Harmon nunca habían estado en contacto con McSally y les sorprendió que estuviera involucrada. Vieron en línea que fue la primera piloto de la Fuerza Aérea en volar en combate y la primera mujer en comandar un escuadrón de combate y esperaron ansiosamente a ver el segmento. En el programa, McSally anunció que presentaría una legislación por la que se permitiría que se enterrara a las WASP en Arlington.
McSally dijo que tiene un antiguo lazo con las WASP. Cuando ascendía en las filas como piloto, la buscó un grupo de WASP en Arizona.
“Muy pocas personas podían identificarse con aquello por lo que yo estaba pasando”, dijo McSally en entrevista telefónica.
“Estas mujeres se convirtieron en amigas y mentoras y alentadoras”, explicó. “Me reunía con ellas de vez en vez, cuando me sentía deprimida y frustrada, y me contaban historias de lo que ellas habían pasado y eso me motivaba a luchar otro día. Quería a estas mujeres y yo no estaría donde estoy hoy y no tendría las oportunidades que he tenido sin la ayuda que me brindaron para romper las barreras”.
Se ha conseguido apoyo para la legislación que cuenta con más de 10 presentadores. El jueves, el Comité sobre Asuntos de los Veteranos de la Cámara de Representantes envió la iniciativa de ley al pleno.
“Estas mujeres fueron el ejemplo de que las mujeres podían ser pilotos”, notó McSally. “A un avión no le importa si eres un chico o una chica. Es cómo lo vuelas, disparas las armas y lanzas bombas. Y ellas demostraron eso y yo solo estoy muy agradecida con ellas”.

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