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Lanzamiento de cohete norcoreano tensa vínculos entre Corea del Sur y China

Jane Perlez / New York Times News Service

2016-02-13

Beijing— Cuando el líder de China, Xi Jinping, visitó al firme aliado de Estados Unidos, Corea del Sur, en 2014, era como si fuera el comienzo de un prometedor cortejo.
Su anfitrión, el Presidente Park Geun-hye, devolvió el favor viniendo a Beijing el año pasado para un importante desfile militar que otros aliados estadounidenses boicotearon, gesto que Xi pudiera haber creído que podría conducir a que ella marcara su distancia respecto de Washington.
Por su parte, Park esperaba que su nuevo amigo en Beijing –el primer socio económico de Corea del Sur– contuviera la incesante búsqueda de armas nucleares por parte del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.
Sin embargo, todo parece indicar que la perspectiva de una era nueva y amigable entre China y Corea del Sur se vino abajo esta semana. Luego de que Corea del Norte, aliado de China en un tratado, lanzara un cohete, al parecer para probar tecnología de misiles balísticos, Corea del Sur acogió lo que China había estado intentando prevenir: un sistema estadounidense de defensa antimisiles que será desplegado a la puerta de China.
Ahora parece que China está más enojada con los surcoreanos que con Kim, quien hizo caso omiso de su consejo en contra del lanzamiento del cohete.
El gobierno de Park dijo que estaba entrando a pláticas con la administración Obama en torno al despliegue del sistema estadounidense, y el Pentágono dijo que la instalación, pagada por Estados Unidos, tendría lugar tan rápidamente como fuera posible.
Corea del Sur actuó después de que la respuesta de China a los recientes ensayos nucleares del Norte resultara más tibia de lo que Park había previsto tras casi dos años de cortejo de XI, dicen analistas surcoreanos.
Este sistema, conocido como THAAD, por su sigla en inglés, o Terminal de Defensa de Área de Gran Altitud, le ofrecería a Corea del Sur, así como a los casi 30,000 soldados desplegados ahí, protección superior en contra del creciente desafío nuclear que las presentes defensas insuficientes de Seúl en contra de misiles, dicen esos analistas,
“La Presidenta Park se sintió muy decepcionada y molesta por la inacción de Xi y su silencio en contra de Corea del Norte cuando ella necesitaba con desesperación la ayuda de Xi”, dijo Kim Heung-kyu, el director del Instituto de Política de China en la Universidad Ajou en Suwon, Corea del Sur. Después, Xi fue avergonzado en el ámbito interno por la prisa de Park para acepar el sistema defensivo de Estados Unidos, dijo Kim.
“Los esfuerzos de Xi Jinping por incluir a la Presidenta Park como una amiga no han ido tan bien como él esperaba”, dijo, “y ella ciertamente se sintió decepcionada por sus esfuerzos por controlar a Kim Jong Un”.
Después del lanzamiento del cohete este domingo, China expresó “que lo lamentaba” y argumentó vigorosamente en Naciones Unidas en contra de nuevas y extensas sanciones.
Marcando un contraste, China dijo que le “preocupaba profundamente” la decisión surcoreana de permitir el despliegue del sistema de defensa misilística. Advirtió que “cada país no debe socavar el interés de seguridad de otros países mientras va en pos de sus propios intereses de seguridad”, dando a entender claramente que el sistema de misiles iba enfocado a cimentar la red de alianzas de Washington en el Noreste de Asia, en vez de a ofrecer protección a Corea del Norte.
Para demostrar su molestia, la Cancillería de China mandó llamar al embajador surcoreano en Beijing, Kim Jang-soo, para protestar por las pláticas ente Seúl y Washington en torno al sistema de defensa misilística. (En un asentimiento a la imparcialidad, los chinos también convocaron al embajador norcoreano, Ji Jae Ryong, con respecto al lanzamiento del cohete.)
La ira de China hacia la inminencia de un sistema misilístico de EU tan cerca de sus fronteras tiene su origen en dos propuestas, dijo Chu Shulong, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Tsinghua, en Beijing.
Primero, muchos en el gobierno chino no creen que Corea del Norte usaría sus armas nucleares, dijo Chu. Segundo, prevalece en Beijing la creencia de que el despliegue del sistema THAAD va enfocado principalmente a cimentar la posición de Estados Unidos en el Noreste de Asia, donde oficiales temen que el objetivo final sea contener a China.
“Corea del Norte es un régimen malo, sí, todos coinciden en eso”, dijo Chu. “¿Va a usar sus armas Corea del Norte? Quizá no. No son vistos como una amenaza inmediata”.
Ese juicio difiere marcadamente del testimonio ante el Congreso estadounidense este martes por parte del director nacional de inteligencia de EU, James R. Clapper Jr., quien puso a Corea del Norte hasta arriba de lo que Washington ve como amenazas nucleares y relacionadas con proliferación.
De mayor inquietud para los chinos que las armas nucleares del Norte, dijo Chu, es la noción de que THAAD entretejería más estrechamente a Corea del Sur y Japón, dos aliados de EU que tienen sus propios altercados de profundidad, bajo un manto estadounidense.
“THAAD acercará más a Corea del Sur y Japón al sistema defensivo de Estados Unidos, haciendo un bloque militar mucho mayor que esté apuntando a China y Rusia”, dijo.
Corea del Sur y Japón han aplicado otras medidas en represalia por el lanzamiento norcoreano de un cohete. Este miércoles, el Sur dijo que cerraría un parque industrial que corre conjuntamente con el Norte, y Japón impuso sanciones que incluyen límites más estrictos a transferencias de dinero norcoreano. Sin embargo, el expedito despliegue de THAAD al parecer fue la respuesta más seria.
Expertos chinos arguyen que THAAD tiene un rango de radar capaz de alcanzar China y amenaza su propio sistema de disuasión de misiles.
“A China le preocupa el rango del radar de THAAD –más de 3200 kilómetros– siempre que pueda penetrar hasta China”, dijo Shen Dingli, profesor de relaciones internacionales por la Universidad Fudan en Shanghái, quien también es físico.
Expertos estadounidenses dicen que están fuera de lugar las críticas en el sentido que Estados Unidos está explotando la amenaza nuclear de Corea del Norte para reforzar sus defensas en contra de China.
“Si bien el sistema THAAD tiene buenos radares, EU está monitoreando a China constantemente con sus poderosas capacidades de inteligencia y vigilancia, así como reconocimiento”, ha escrito Richard Weitz, integrante sénior del Instituto Hudson. El sistema THAAD sumaría poco a esas capacidades, agregó.
La decisión de Corea del Sur de respaldar a su garante de seguridad en Washington llega al tiempo que la relación general entre Estados Unidos y China se ha vuelto más tensa, marcada no solo por diferencias en torno a Corea del Norte sino también por competencia en el Mar Meridional de China.
La semana próxima, el Presidente Barack Obama recibirá a los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático en Sunnylands, la propiedad en California, donde él y Xi se reunieron en 2013. En esa ocasión, ambos hombres prometieron trabajar juntos para resolver la cuestión nuclear de Corea del Norte. Esta vez, es probable que Obama pida a los participantes, aunque solo indirectamente, que apoyen a Washington por encima de Beijing.
Para China, la “introducción de THAAD es un retroceso porque vincula a Corea del Sur con una estrategia regional de Estados Unidos”, dijo Scott A. Snyder, prominente miembro de estudios coreanos en el Consejo de Relaciones Exteriores. “Sigue por verse si China responderá a este retroceso limitando incluso más la cooperación con Estados Unidos en lo tocante a Corea del Norte o si China es capaz de imponer costes a Corea del Sur por su decisión”.

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