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Plantean posibilidad de directora general para Naciones Unidas

Somini Sengupta / New York Times News Service

2015-08-22

Naciones Unidas— La otra mañana el diplomático barbado y con corbata a rayas se dirigió a una habitación repleta de sus colegas abordando el tema de la forma en la cual debería elegirse al siguiente secretario general de las Naciones Unidas.
Entre las sugerencias que el diplomático, el estonio Margus Kolga, ofreció estuvo terminar la elección hasta tres meses antes de que en enero de 2017 comience el nuevo mandato, “simplemente con el propósito de prepararlo a él”, como dijo.
“¿Él?”, prorrumpió la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson, a tan bajo volumen que al principio Kolga no la oyó.
“¿Él?”, repitió, un poco más alto.
Kolga levantó las manos como rindiéndose y empezó a disculparse.
“Él o ella. Lo siento”, dijo, añadiendo que en su estonio natal “no hay géneros. Cuando digo ‘él’, quiero decir él o ella”.
El hecho de si el próximo titular de la Secretaría General es hombre o mujer se ha convertido en un tema de conversación cada vez más potente, tanto dentro como fuera de los pasillos de la ONU. Treinta y seis países, encabezados por Colombia, están promoviendo la idea de que es momento de que una mujer encabece a la organización. Los grupos de mujeres han difundido listas de candidatos. Prominentes líderes mundiales –entre ellos miembros del grupo al cual pertenece Robinson, los Ancianos, conformado por ex jefes de estado– han hecho un llamado destinado a que los países nominen a mujeres.
Se ha elegido a mujeres para dirigir países tan variados como Alemania y Corea del Sur. Una mujer encabeza el Fondo Monetario Internacional, mientras que, por ley, a algunas de las compañías más grandes de Europa se les exige que mujeres ocupen el 30 por ciento de sus puestos de supervisión. La ministro de Relaciones Exteriores sueca, Margot Wallstom, ha seguido “una política feminista en las relaciones exteriores”, calificando los derechos de las mujeres como algo crucial para la paz y la seguridad en el mundo. Y Hillary Rodham Clinton –quien, siendo hace 20 años primera dama de Estados Unidos, habló en Beijing durante una histórica conferencia de la ONU sobre mujeres– está contendiendo por la Presidencia.
No obstante la ONU de alguna manera se ha resistido. Desde que fue fundada en 1945, siempre ha sido dirigida por un hombre.
“Tras ocho secretarios generales del sexo masculino consecutivos, los Ancianos apoyan mucho la idea de que es un momento muy apropiado para que se elija a una mujer”, dijo Robinson en su turno al micrófono. “Pero si resulta que el candidato correcto es hombre, entonces que sea un hombre”.
El “candidato correcto”, se esmeró en explicar, debe ser “independiente y no estar obligado con los intereses de estados individuales que sean miembros”.
Los llamados no sólo reflejan el atractivo de la equidad de género sino también la creciente sensación de frustración ante el turbio método con el cual las cinco potencias –los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos– negocian la elección del servidor civil número uno en el mundo. Diplomáticos y activistas de la sociedad civil señalan que si el proceso no se modifica volverá a la ONU anacrónica, irrelevante e inepta para manejar las crisis mundiales más serias.
“Sea cual sea el proceso de elección del próximo secretario general, históricamente no se ha puesto atención a la representación de la mitad de la población mundial”, dijo Louise Arbour, jurista canadiense que entre 2004 y 2008 fue la alta comisionada de la ONU para derechos humanos. “Se trata de la geografía; después es por el estira y afloja de los intereses de los estados, mucho más que por las cualidades personales del candidato”.

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