Nicholas Fandos / New York Times News Service
2015-07-17
Arlington, Virginia— No se trata de un campamento de verano común.
En vez de las fogatas y el tiro al blanco, hay seminarios sobre referencias de objetos directos inseguros e inyecciones A-1.
Los cerca de doce adolescentes que un día reciente tenían la mirada fija en sus computadoras durante una clase de la Universidad de Marymount estaban aprendiendo –gracias a un programa de ciberseguridad de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) enfocado en estudiantes de secundaria y preparatoria– las bases del arte de descifrar contraseñas encriptadas.
“Básicamente utilizamos un ataque de diccionario”, dijo Ben Winiger, de 16 años y habitante de Johnson City, Tennessee, mientras tecleaba un nuevo comando en una herramienta de software que ayuda a probar y descifrar contraseñas. “Ahora trataremos de hacer un ataque brutal”.
Otros realizaban el ejercicio con mayor lentitud, recibiendo ayuda de los instructores que primero les dieron una lección sobre la ética del ‘hackeo’. En otras palabras, se les dijo que no hicieran eso en casa.
“No quiero que nadie se meta en problemas ahora que saben cómo usar estas herramientas”, advirtió en voz alta Darrell Andrews, uno de los instructores del campamento. “¿Estamos? ¿Estamos?”, añadió con énfasis.
Mientras campistas del país duermen bajo las estrellas y se sumergen en lagos junto a montañas, 1,400 adolescentes llenaron sus bolsas para dormir o loncheras para una experiencia muy distinta.
Se trata de campamentos diurnos y nocturnos por todo el país auspiciados por la NSA, mejor conocida por su obtención en masa de los registros telefónicos de los estadounidenses y sus actividades de espionaje contra líderes extranjeros. Como la CIA y otras agencias de inteligencia, la NSA por décadas ha reclutado en universidades y dirigido programas a este nivel, pero este verano la agencia se encargará de que los estudiantes en edad de secundaria y preparatoria –además de algunos maestros– aprendan a hackear, descifrar y defenderse en el ciberespacio.
El objetivo de GenCyber, el nombre del campamento de verano, es llamar la atención de posibles trabajadores de ciberseguridad en el futuro y generar interés en esta rama en desarrollo, mientras cada vez se multiplican las transacciones de importancia, desde la guerra hasta la banca, que se realizan a través del ciberespacio.
Funcionarios de la NSA señalan que la creación de la siguiente generación de trabajadores del ciberespacio es cuestión de seguridad nacional, como lo han dejado claro las invasiones a la Oficina de Administración de Personal y a compañías privadas.