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Sin fondos, línea de atención para veteranos

Dave Philipps / New York Times News Service

2015-07-04

Piscataway, Nueva Jersey— En una hilera de cubículos color beige situada en un centro suburbano de oficinas, un corpulento sargento del Ejército está inclinado sobre su teléfono junto a una fotografía que fue tomada en Afganistán pocos días antes de que una mina terrestre lo hiriera.
“Mira, a veces a uno lo tratan de manera injusta y tiene que hacer lo que pueda”, dijo al micrófono de diadema el ex sargento Adriel González. Con la figura de un escolta de seguridad, puso ternura en su ronca voz. “Te conozco desde hace bastante tiempo como para que estés listo para oír esto: no todo va a ser luz del sol y arcoíris. Tal vez vayas a batallar toda tu vida, pero es algo que se puede hacer. Eso te lo puedo asegurar, amigo”.
Al otro extremo de la línea se encontraba un ex combatiente, también herido en Afganistán, quien había llamado a una línea de atención manejada por otros soldados, VeteranosParaGuerreros, que pone en contacto a efectivos y ex miembros en servicio que buscan la asistencia de ex combatientes.
A partir de 2011, VeteranosParaGuerreros ha atendido más de 130 mil llamadas de personal militar destacamentado alrededor del mundo. Los consejeros dicen que su servicio militar y enfoque no clínico los ayuda a desarrollar con las personas que llaman un vínculo capaz de superar la falta de confianza.
Ahora la línea de atención afronta sus propios problemas. Si bien el programa ha sido reconocido como un modelo, el Pentágono le ha retirado los fondos en un intento por reducir costos y volver más eficientes los servicios. VeteranosParaGuerreros ha tomado medidas destinadas a encontrar otras fuentes de financiamiento a fin de poder continuar por sí mismo. A finales de junio, semanas antes de que el centro de asistencia vía telefónica se dispusiera a despedir a sus 40 ex combatientes, la Legislatura de Nueva Jersey votó a favor de destinar 2.5 millones de dólares para que el programa pudiera funcionar por un año más, dándole tiempo de encontrar fondos privados.
En el transcurso de las guerras en Irak y Afganistán se crearon varios programas menores con el propósito de reducir el creciente número de suicidios, dijo Keita Franklin, directora de la Oficina de la Defensa para la Prevención del Suicidio. Ahora el Pentágono está fusionando las labores de organizaciones como VeteranosParaGuerreros. La consejería que realiza el programa la asumirá otra línea de atención, UnaFuente Militar, la cual cuenta con más servicios disponibles. Los consejeros de UnaFuente Militar son trabajadores sociales clínicos con licencia, algunos de los cuales son ex combatientes, señaló Franklin.
“Seguirá siendo de soldados a soldados, 24 horas diarias, pero con más servicios con los que podemos conectar a quienes llaman”, dijo Franklin en relación a UnaFuente Militar (1-800-342-9647), que el mes próximo se encargará de las llamadas de los soldados en servicio activo. “Imagine un centro de asistencia telefónica para emergencias donde si usted necesita servicios de apoyo familiar o apoyo financiero, ahí mismo los tengamos”.
Para VeteranosParaGuerreros, la pregunta crucial es cómo formar un lazo con los necesitados al tiempo que encuentran donadores para mantener en funcionamiento la línea de atención. El Pentágono ya no dará el número telefónico (1-855-838-8255) del programa, lo cual significa que el grupo tendrá que depender de que se corra la voz y de recomendaciones no oficiales.
“Yo en verdad creo que llenamos un vacío”, dijo Melissa Tippett, una ex sargento del Ejército que estuvo destacamentada en Irak con una unidad de policía militar.

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