Adam Liptak / New York Times News Service
2015-06-30
Washington— La impactante serie de decisiones liberales que ha tomado el Tribunal Supremo en este periodo fue producto de disciplina en el ala izquierda del mismo y a una desorganización en la derecha.
En caso tras caso, incluyendo el matrimonio entre personas del mismo sexo y la ley de atención médica del presidente Barack Obama, los cuatro miembros del ala liberal del tribunal, todos designados por presidentes demócratas, consiguieron obtener uno o más votos de los cinco jueces conservadores, todos nombrados por republicanos.
Consiguieron lo anterior en buena medida mediante rigurosas votaciones en bloque, haciendo del periodo que concluyó el lunes el más liberal desde el tribunal de Warren de finales de la década de 1960, de acuerdo con dos valoraciones especializadas.
“Lo más interesante de este periodo es la aceleración de una tendencia de largo plazo en cuanto a desacuerdos entre los jueces designados por republicanos, mientras que los nombrados por demócratas siguen marchando codo a codo”, comentó Eric Posner, profesor de Derecho en la Universidad de Chicago.
Muchos analistas atribuyen los resultados al liderazgo de la juez Ruth Bader Ginsburg, la miembro superior de los jueces liberales. “Nos hemos esforzado en conjunto para hablar con una sola voz en los casos importantes”, comentó durante una entrevista el año pasado.
En contraste, los conservadores del tribunal a menudo estuvieron divididos, emitiendo opiniones separadas incluso pese a que concordaran en el resultado. Por ejemplo, los jueces conservadores presentaron más de 40 opiniones discrepantes, y los liberales tan sólo 13.
De acuerdo con Posner, las divisiones en la derecha pudieron haberse producido en parte puesto que la mezcla de casos que han llegado hasta el tribunal ha generado una respuesta negativa. “Los litigantes conservadores que esperan llevar la ley a la derecha trayendo casos al Tribunal Supremo se han extralimitado”, dijo. “Están tratando de hacer la ley más a la derecha de lo que cualquiera consideraría razonable”.