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El uso de mariguana y los empleos de gobierno

Matthew Rosenberg y Mark Mazzetti / New York Times News Service

2015-06-29

Washington— Para todos los espías, diplomáticos y agentes del FBI, que aspiran a serlo y actuales, y que viven en estados donde se ha liberalizado el uso de la mariguana, el gobierno federal tiene una advertencia inflexible: baja el bong, tira los vaporizadores y deshace de los papelitos para enrollar.
Quizá ahora sea legal en Colorado, en el estado de Washington y en otros puntos la posesión y el uso de mariguana, pero las leyes federales siguen prohibiéndola –y reglas que la vuelven un motivo de despido entre trabajadores gubernamentales– permanecen intactas. Como resultado, los reclutadores de las agencias federales llegan a los campus universitarios en aquellos estados con el aleccionador mensaje de que el uso de la mariguana no será tolerado.
Así que miembros de la nueva generación están recibiendo una lección temprana en lo que sus predecesores han hecho desde que existe el espionaje, la diplomacia y la burocracia. Están mintiendo y, cuando es necesario, posponen orinar para evitar dar positivo en un antidoping.
Como cualquier usuario regular de mariguana le podrá decir, se necesitan de dos semanas para que la evidencia de la droga desaparezca de la orina, siendo una prueba de éstas el método empleado con el que el uso de este narcótico usualmente se detecta.
“Retrasar algo es parte en lo que se supone que somos buenos los diplomáticos”, indicó John, un joven diplomático estadounidense que vive en Washington, D.C., donde el uso de la mariguana se hizo legal este año. “Si no puedes posponer una prueba por dos semanas, entonces…”. Habló con la condición de emplear sólo su primer nombre en un intento por evitar perder su trabajo.
Funcionarios de gobierno que se han ‘elevado’ no son raros, y la larga lista de funcionarios electos que han admitido el uso de la mariguana –y otras sustancias– inicia con el presidente Barack Obama, que escribió que llegó a usar tanto mariguana como cocaína. Pero hay un profundo cisma entre aquello que los votantes están dispuestos a tolerar y tolerar que las agencias lo hagan, lo que deja a hombres y mujeres que intentar hacer una carrera en el gobierno a elegir entre honestidad y sus ambiciones.
La CIA le pide a sus candidatos a una plaza a estar libres de drogas “generalmente” por al menos un año, y le pregunta a candidatos potenciales sobre su historial de uso, de acuerdo con Lyssa Asbill, vocera de la agencia.
El FBI tiene incluso medidas más severas. El buró insiste en que los aspirantes se abstengan del uso de la mariguana al menos tres años antes de su contratación.

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