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Recibirá Berlín a Jeb Bush con recelo

Alison Smale y Michael Barbaro / New York Times News Service

2015-06-08

Berlín— Se maravillan ante la perdurable influencia de una sola familia en la política estadounidense. Recuerdan las dolorosas pifias de su hermano. Y confiesan que el apellido –Bush– les trae a la mente una instantánea intranquilidad.
“Suenan las campanas de alarma”, dijo Caroline Hons, empleada de publicidad de 27 años en la capital alemana.
Los habitantes de esta ciudad, la cual ha conocido guerra, paz y el alcance del poderío militar estadounidense de manera tan cercana como la que más, están digiriendo con recelo la realidad de que otro miembro del clan Bush esté buscando la presidencia y usando a Berlín como telón para sus ambiciones.
La visita de Jeb Bush, parte de la gira europea que comienza hoy, hará las veces de prueba de alto perfil sobre su posición en un país que quedó resentido con su hermano, el presidente George W. Bush, y donde en julio de 2008 decenas de miles de ciudadanos salieron a apoyar como antídoto a Barack Obama.
Entrevistas realizadas alrededor de Berlín sugieren que Jeb Bush, el ex gobernador de Florida, despierta por asociación el mismo tipo de escepticismo que, de manera justa o no, inspira en Estados Unidos.
Wolfgang Schewens, de 48 años, manifestó considerar desagradable el hecho de que Bush haga campaña en Berlín. Caminando por la tan de moda zona habitacional Prenzlauer Berg, parte de Berlín Oriental que ha sido remozada completamente desde que cayó el Muro de Berlín, señaló los antecedentes del presidente George W. Bush.
“Qué bueno que ya no sea presidente”, dijo Schwens, asesor del tipo de empresas nuevas y de mediano tamaño por las cuales cada vez es más conocida la capital alemana.
La idea de que Jeb Bush visite Berlín días antes de que tenga programado hacer oficial su candidatura presidencial “no es especialmente grandiosa”, agregó. En general, dijo, los políticos internacionales vienen aquí por ellos, no por Alemania ni por Berlín.
Cuando Bush arribe hoy para dos días de juntas y discursos, encontrará un país cuyos sentimientos hacia su familia son muy encontrados. En Alemania resultó profundamente poco popular la segunda guerra estadounidense en Irak, diseñada por George W. Bush.

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