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Inicia con el pie derecho

Matt Apuzzo y Sam Borden / New York Times News Service

2015-05-29

Washington— Thabiso Sithole, reportero de deportes de South African Broadcasting Corp., acababa de terminar su segmento de miércoles por la noche sobre las acusaciones que cimbraron al futbol soccer mundial cuando recibió la llamada de una prima.
“¿Quién es la tal Loretta Lynch?”, le dijo.
Lynch, a menos de un mes de empezar a desempeñar su cargo como fiscal federal, llamó la atención del mundo esta semana cuando prometió dejar a la FIFA, el cuerpo regulador del futbol soccer, sin rastro de corrupción. Su conferencia de prensa de esta semana fue vista en todo el mundo y la convirtió en el rostro de la toma de medidas severas por parte de Estados Unidos contra algunos de los funcionarios más influyentes del soccer mundial.
“Ha sido buscada en Google más de un par de veces aquí”, dijo Sithole. “De este lado fue interesante ver a una mujer tomando las decisiones para Estados Unidos, y nada menos que una mujer afroamericana. Y poniéndose en contra del futbol, que es algo tan propio de los hombres”.
El periódico argentino La Nación la presentó como “la fiscal implacable”. En París, Le Figaro la calificó como “la mujer que está haciendo temblar a la FIFA”. En Alemania, simplemente fue llamada FIFA-Jaegerin: la cazadora de la FIFA.
El caso de la FIFA cerró un mes en el que Lynch lanzó una investigación de derechos civiles contra el Departamento de Policía de Baltimore e impuso multas de miles de millones de dólares a bancos de Wall Street por manipular los mercados de divisas. Se trató del debut de más alto perfil para un nuevo fiscal general al menos desde 2001, cuando John Ashcroft acusó a Robert P. Hanssen, agente veterano del FBI, de ser espía de Moscú en uno de los casos de espionaje más serios de toda una generación.
En entrevista esta semana, Lynch se mostró tímida al preguntársele por su papel al frente de la investigación. Funcionarios del orden público señalaron que estuvo involucrada en los detalles y que participó en cada una de las decisiones importantes, pero que respetó el control de los fiscales y agentes que supervisaron el caso. Lynch comentó que no se quedó despierta para seguir de cerca los arrestos de funcionarios de la FIFA en Zurich, lo cual dejó en manos de fiscales y agentes del FBI.
“Dejo que mi gente haga lo que le corresponde”, dijo. “Cuento con un personal excelente”.

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