Patrick Healy / New York Times News Service
2015-05-27
Burlington, Vermont— El senador Bernie Sanders de Vermont comenzó a delinear implícitos contrastes con Hillary Rodham Clinton el martes en la contienda por la nominación presidencial demócrata de 2016, al jugar la carta del purista liberal lanzando un desafío tras otro de propuestas –un salario mínimo de 15 dólares, un billón de dólares para obras públicas y empleos, un sistema de Medicare y salud universal para todos– en su primer mitin de campaña desde que se postuló como candidato el mes pasado.
Aunque mencionó el nombre de Clinton en una sola ocasión, Sanders, un declarado socialista y ex alcalde de su bucólico santuario para progresistas políticos, hizo gala de una gran cantidad de enfáticas e inflexibles posturas que hizo ver a Clinton como una farsante por sus recientes cambios de parecer en torno a temas como los matrimonios gay y el libre comercio. Sin embargo, Sanders no ofreció ningún tipo de estrategia para hacer cumplir sus ideas izquierdistas y que fueran aprobadas por el Congreso –sólo hizo promesas de “construir un movimiento de millones de estadounidenses que están preparados para luchar”.
Sanders habló frente a una multitud de varios miles de personas a las orillas del Lago Champlain.
“Seamos claros: esta campaña no es sobre Bernie Sanders, no es sobre Hillary Clinton, no es sobre Jeb Bush ni nadie más. Esta campaña es sobre las necesidades del pueblo estadounidense”, dijo.
“Siendo alguien que nunca ha lanzado un anuncio político negativo en su vida, mi campaña será impulsada por el debate serio y verdadero; no por los chismes políticos, ni por ataques personales intransigentes. Esto es lo que yo creo que el pueblo estadounidense quiere y se merece”.
Sanders está muy por detrás de Clinton en la mayoría de las encuestas de opinión pública y sus operativos políticos y de recaudación de fondos son muy pequeños. Incluso cuando algunos de sus partidarios lo describen como un candidato con muy pocas posibilidades de ganar, Sanders se ha entregado a la campaña con total sinceridad. Incluso cuando la candidatura presidencial parezca una meta casi imposible, él está luchando a nombre de la gente y de sus ideas, y algunos estrategas demócratas creen que podría emerger como un candidato con el mayor número de votos que cualquier otro contendiente de Clinton, dadas sus posturas liberales. (Se espera que el ex gobernador, Martin O’Malley, de Maryland, entre a la contienda el sábado).