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Expandirá China su fuerza naval

Andrew Jacobs / New York Times News Service

2015-05-26

Beijing— China pretende incrementar su poderío naval en mar abierto en los próximos años y no sólo defender las aguas costeras del país, de acuerdo con un documento de estrategia dado a conocer ayer.
El archivo representa el primer comunicado político emitido por el Ejército de China en dos años, y surge en un momento de cada vez mayor firmeza por parte del país con respecto al Mar del Sur de China. Los esfuerzos del país por reclamar lo que considera que le corresponde del mar mediante la construcción de islas artificiales y estructuras en arrecifes y afloramientos han situado a Filipinas y su aliado, Estados Unidos, en una competencia de voluntades en la región.
La disputa entre Beijing y Washington subió de nivel la semana pasada cuando un avión de vigilancia militar estadounidense voló cerca del arrecife Fiery Cross, región en disputa de las islas Spratly en la que se han estado realizando un gran número de excavaciones en meses recientes. Fuerzas chinas ordenaron en varias ocasiones al avión estadounidense que saliera de la región, y más tarde un portavoz del Ministerio del Exterior calificó el vuelo de “irresponsable y peligroso”.
El Pentágono declaró anteriormente en el mes que estaba considerando la posibilidad de enviar buques de guerra y aeronaves a lo que considera que son aguas internacionales, pero de las que China señala que se encuentran dentro de su zona de control.
Ayer martes, en un acto de desafío que seguramente generará una mayor tensión en la región, los medios estatales de China dieron a conocer que el país había iniciado la construcción de dos faros en las islas Spratlys, los cuales se sumarán al creciente número de estructuras chinas que han sido identificadas en fotografías por satélite, incluyendo instalaciones para radares y una pista capaz de dar servicio a aviones militares.
El documento, dado a conocer ayer por el Concejo de Estado, esboza las ambiciones militares de China, conocidas como “rejuvenecimiento nacional”, conforme Beijing hace frente a lo que ve como un intento de Estados Unidos por contener su ascenso.
El documento va más allá de las políticas navales para hacer énfasis en la continua modernización del Ejército chino en general, y se refiere a la guerra cibernética como una “grave amenaza de seguridad” que requiere el desarrollo de una fuerza “ciber-militar”. No obstante, analistas occidentales señalaron que el énfasis del documento en mejorar sus capacidades navales y de expandir la fuerza lejos de la costa de China fueron los aspectos más alarmantes del mismo.
Dennis J. Blasko, analista de Asia en CAN Corp. que se encarga de estudiar a las fuerzas armadas de China, comentó que el documento abre mencionando el proceso de transformación en el que lleva algún tiempo el ejército, el cual ha cobrado impulso en los últimos años.
“Esto básicamente confirma todo lo que la gran mayoría de los analistas han estado viendo: la tendencia hacia una fuerza marítima mucho mayor, una fuerza aérea más potente y una mejor capacidad en cuanto a misiles”, agregó Blasko, ex agregado del Ejército en la Embajada de Estados Unidos en Beijing. “Aun así, pese a que se trate de algo que hemos estado esperando, se trata de una nueva declaración y bastante importante”.
Pese a que el documento menciona a Estados Unidos únicamente de pasada, deja pocas dudas sobre a quién percibe como el oponente de China, culpando a “algunos países extranjeros” de “interferir en asuntos en el Mar del Sur de China.
En conferencia de prensa para abordar el tema del documento de estrategia, Yang Yujun, portavoz del Ministerio de Defensa, dejó en claro que China ve tales asuntos como propios y concernientes a nadie más. “Desde el ángulo de la soberanía, los proyectos de construcción de China sobre sus islas no difiere del resto de los tipos de construcciones que se llevan a cabo por todo el país”, dijo.
Desde hace tiempo, estrategas militares chinos han señalado su intención de mejorar la fuerza naval de la nación y reducir su dependencia de sus fuerzas terrestres, las cuales han contado con el dominio desde la década de 1940. En años recientes el Ejército Popular de Liberación, con voz sobre todas las ramas del Ejército incluyendo a la Marina, ha invertido en nuevos submarinos, lanzado el primer portaaviones de la nación y dado a conocer planes para reestructurar a las fuerzas armadas, pese a que ha dado a conocer pocos detalles. De acuerdo con Blasko, la Marina representa cerca del 10 por ciento de los 2.3 millones de miembros del EPL, mientras que el 17% sirven en la Fuerza Aérea; prácticamente todos los restantes forman parte del Ejército.

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