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Animales se ocupan de limpieza propia y de familia

Natalie Angier / New York Times News Service

2015-05-25

Nueva York— El carpintero de pechera puede enseñarnos mucho sobre el papel y la responsabilidad de los sexos. De acuerdo con un nuevo reporte del boletín Conducta Animal en torno a los hábitos de aseo de estos pájaros carpinteros color pardo grisáceo de unos 32 centímetros con picos curvados hacia abajo, los machos trabajan mucho más en el hogar que sus compañeras.
Los científicos ya sabían que, lo mismo que numerosos pájaros carpinteros, el de pechera es una de las llamadas especies de rol sexual a la inversa, en las cuales los padres pasan más tiempo que las madres incubando los huevos y alimentando a las crías. Ahora los científicos han descubierto que el celo parental de los machos también se extiende a ámbitos menos sentimentales, como la higiene: cuando una cría ensucia, papá, más que mamá, es quien se da prisa por limpiar, retirando restos indeseables y desechándolos lejos del nido.
“Retira microbios, elimina olores que podrían alertar a los depredadores, y tiene el nido mucho más limpio”, asegura Elizabeth Gow, estudiante de doctorado en la Universidad de la Columbia Británica y autora del nuevo reporte. “Es un importante aspecto del cuidado parental, del que a menudo nos olvidamos”.
El nuevo estudio refleja un creciente interés en lo que podría ser calificado como estudios de higiene animal –la exploración de cómo, por qué y bajo qué condiciones diferentes especies buscan mantenerse limpias, previenen la putrefacción y el mal estado, y disponen formalmente de lo excretado y caduco. La naturaleza podrá ser salvaje pero eso no significa que carezca de rumbo, y varios animales siguen estrictas pautas para separar los ingresos y egresos metabólicos, y evitar fuentes de contaminación.
Los investigadores han identificado abejas mortuorias que se especializan en retirar cuerpos muertos de la colmena, y localizado cámaras subterráneas en las que el topo africano realiza elaborados pasos de limpieza.
Entre los chimpancés, la higiene a menudo funciona como un eje mayor de la evolución cultural, y primatólogos han encontrado que diferentes poblaciones de monos están diferenciadas por estilos de limpieza. El chimpancé en el bosque Tai de Costa de Marfil extrae una pulga u otro parásito del pelaje de un compañero con sus dedos y luego lo aplastan con sus frentes.
Chimpancés en el bosque Budongo de Uganda prefieren colocar con delicadeza el fruto de limpieza en una hoja para inspeccionarlo, y decidir si los insectos son seguros para comer, o si simplemente debe ser aplastados y descartados. Los machos Budongo, encantadores y fastidiosos, también emplean hojas como “servilletas” para limpiar sus penes después del coito.
Las hojas podrán crecer en los árboles, pero las medidas sanitarias serias pueden ser costosas, como el nuevo estudio de carpinteros ha revelado. Los pájaros carpinteros bebé, como varios polluelos, depositan sus desechos en sacos fecales relativamente fáciles de manejar, con el excremento dentro de un exterior gelatinoso como “un globo con agua”, menciona Gow. “Facilita su retiro del nido”.
Gow ha considerado que los carpinteros padres realizan cerca del 60 por ciento de las actividades de limpieza, pasan alrededor de una hora en estas tareas y, en el caso de la muerte inesperada de la pareja, están contentos dejando acumular los sacos. “Cuando realmente están muy afectados”, asegura Gow, “y las opciones son, retirar las heces o alimentar a las crías, harán esto último”.

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