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Consiguen un poco de libertad

Sabrina Tavernise / New York Times News Service

2015-05-25

Wood Lake, Nebraska— Son muy pocos los psiquiatras en todo el oeste de Nebraska, una gran extensión de tierras de cultivo y ranchos de ganado. Así que cuando Murlene Osburn, ex ganadera y actual enfermera psiquiátrica, terminó su carrera, pensó que abrir un dispensario en esta pequeña aldea de rodadoras y concesionarias de equipo de granja sería sencillo.
Pero no lo fue. Una ley estatal exigía que enfermeras como ella contaran con la aprobación por escrito de un médico antes de poder realizar las tareas para las que se les había certificado a nivel nacional. Sin embargo, el único psiquiatra dispuesto que pudo encontrar se encontraba a siete horas de distancia en auto y pensaba cobrarle 500 dólares al mes. Desalentada, hizo a un lado la idea del dispensario y regresó a trabajar en su rancho.
Pero en marzo, las reglas cambiaron: Nebraska se convirtió en el 20º estado en adoptar una ley que permite a las enfermeras con mayor formación académica en varios campos de la medicina ejercer sin la supervisión de un médico. El gobernador de Maryland convirtió en ley una iniciativa similar este mes, y otros ocho estados están considerando la legislación, de acuerdo con la Asociación Americana de Enfermeras Autorizadas a Recetar.
Ahora las enfermeras en Nebraska con maestría o un título mayor, conocidas como enfermeras autorizadas a recetar, ya no deben contar de un acuerdo por escrito de un médico para poder hacer lo que su título estatal les permite: ordenar e interpretar pruebas diagnósticas, recetar medicamentos y administrar tratamientos.
Las leyes que dan una mayor autonomía a tales enfermeras han sido particularmente importantes en estados rurales como Nebraska, los cuales tienen problemas para reclutar a médicos a zonas remotas. Cerca de una tercera parte de los 1.8 millones de habitantes de Nebraska viven en zonas rurales, y muchos de ellos se quedan sin ser atendidos puesto que el profesional de la salud mental más cercano suele estar a horas de distancia.
Sin embargo, grupos representantes de médicos, incluyendo a la Asociación Médica Americana (AMA, por sus siglas en inglés), se están oponiendo a las leyes. Señalan que a las enfermeras les hace falta el conocimiento y las habilidades para diagnosticar enfermedades complejas por su cuenta. El doctor Robert M. Wah, presidente de la AMA, comentó que las enfermeras que practican de manera independiente “compartimentarían y dividirían aún más la atención médica”, de la que comentó que debe ser colaborativa, con “el médico a la cabeza del equipo”.
El doctor Richard Blatny, presidente de la Asociación Médica de Nebraska, la cual se opone a la legislación estatal, comentó que las enfermeras autorizadas a recetar cuentan con tan sólo el 4 por ciento de las horas clínicas totales con las que ya cuentan los médicos al empezar a ejercer. Las enfermeras tienen más probabilidades que los médicos, agregó, de referir a pacientes con especialistas y de ordenar pruebas de imagen como rayos X, patrón que podría incrementar costos.
Por su parte, las enfermeras señalan que su objetivo no es actuar por su cuenta, lo cual rara vez es posible en la compleja práctica médica de hoy en día, sino contar con una mayor libertad al momento de realizar las tareas que sus estudios les permiten sin obtener la autorización de un médico –regla que ven más como un asunto de competencia que de seguridad. Agregan que las enfermeras de estudios avanzados facilitan atención primaria tan buena como la de los médicos, y señalan una serie de estudios que así lo demuestran.

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