Thomas Kaplan / New York Times News Service
2015-05-23
Nueva York— Tras una ola de críticas, la administración del gobernador Andrew M. Cuomo puso fin el viernes a una norma para eliminar de manera automática los correos electrónicos de los empleados estatales de Nueva York tras un período de 90 días.
La eliminación de correos electrónicos será “completamente manual”, dijo Alphonso B. David, asesor del gobernador, en una reunión convocada por la oficina de Cuomo.
La decisión fue un inusual revés para una administración que generalmente no suele ceder ante las críticas. La norma de eliminación de correos electrónicos fue criticada enormemente durante el invierno por grupos vigilantes del gobierno y algunos legisladores, argumentando que la pronta eliminación de correos electrónicos destruía el acceso a los archivos públicos y atentaba contra la transparencia.
Aunque el estado había adoptado la norma para las dependencias estatales en 2013, tal medida cayó bajo el escrutinio este año cuando el estado puso en marcha un sistema centralizado de correo electrónico e implementó la norma de manera consistente con dicho sistema. Las críticas llegaron a su punto álgido en marzo, con varios legisladores presentando iniciativas para hacer obligatoria la preservación de los correos electrónicos.
La cuestión de cómo los correos electrónicos del gobierno son preservados ha sido el tema de una larga discusión en meses recientes luego de que Hillary Rodham Clinton llegara a utilizar una cuenta privada de correo electrónico mientras fungía como secretaria de Estado.
En Nueva York, la administración de Cuomo ha tenido por mucho tiempo una reputación de hermetismo, y la norma de eliminación de correos solamente reforzaba dicha imagen.
En medio de fuertes presiones para revertir la norma, la gubernatura intentó apaciguar el problema prometiendo que convocaría a una reunión con otros líderes gubernamentales del estado para crear una norma uniforme sobre la retención de correos electrónicos y acceso a archivos en apego a la Ley estatal de Libertad a la Información. Una carta enviada por la oficina del gobernador en marzo decía que la reunión se llevaría a cabo dentro de dos semanas.
Esas dos semanas terminaron convirtiéndose en dos meses; la gubernatura dijo que había sido muy difícil programar el evento dado el número de los bandos involucrados. La reunión, llevada a cabo en la oficina del gobernador en el centro de Manhattan, estuvo lejos de ser una reunión histórica: del Legislativo, únicamente un representante de la minoría republicana de la asamblea asistió.
Cuomo, un demócrata, fue representado en la reunión por tres miembros de su personal, incluyendo su auxiliar superior, William J. Murlow, quien expresó sentirse decepcionado de lo que describió como un boicot por parte del Legislativo.