Julie Hirschfeld Davis / New York Times News Service
2015-05-21
Washington— Cuando el presidente Barack Obama hizo su primera publicación en Twitter desde la Oficina Oval el lunes, la Casa Blanca anunció el hecho con bombo y platillo, publicando una fotografía del mandatario sentado sobre su escritorio con iPhone en mano.
La cuenta, @POTUS –por el acrónimo en inglés de “Presidente de los Estados Unidos–, fungiría “como un nuevo medio para que el presidente Obama se comunique de manera directa con la población estadounidense, con tuits escritos exclusivamente por él”, escribió ese día un funcionario de la Casa Blanca.
Pero en cuestión de minutos, la cuenta de Obama empezó a recibir publicaciones y respuestas racistas y llenas de odio. En ellas, Obama recibió insultos raciales, fue calificado de ‘simio’, e incluso recibió una imagen en la que el mandatario aparece con una horca al cuello.
Los “tuits” reflejaron la hostilidad racial hacia el primer presidente afroamericano del país que por mucho tiempo se ha hecho manifiesta en Internet, donde las teorías de conspiración proliferan y los prejuicios encuentran eco en cualquier parte. Pero las publicaciones racistas son diferentes porque ahora que Obama tiene su propia cuenta de Twitter, los insultos son dirigidos directamente a él, y todos los usuarios pueden leerlos.
Minutos después de la alegre primera publicación de Obama –“¡Hola, Twitter! Es Barack. ¡De verdad!”–, algunos usuarios de la red social respondieron con insultos, incluyendo invitaciones a que el presidente se quitara la vida, entre cosas peores.
Una persona publicó una imagen alterada del famoso cartel de campaña de Obama, en la que el presidente aparecía con la cabeza en una horca, los ojos cerrados y el cuello aparentemente fracturado como si hubiera sido linchado. En lugar de la palabra “HOPE” (esperanza) en mayúsculas como aparecía en el cartel de campaña, en la imagen se lee “ROPE” (soga).
El tuit acompañante decía “#arrestenaobama #traición necesitamos ‘SOGA PARA EL CAMBIO’”. La publicación fue dirigida a @POTUS por un usuario que se hace llamar @jeffgully49, el cual ha publicado otras imágenes de Obama en una horca, y cuya imagen de perfil de Twitter muestra a Obama tras las rejas.
“Todavía ahorcamos personas por traición, ¿cierto?”, decía su publicación.
Otro usuario de Twitter respondió al presidente con sólo dos palabras: “Simio negro”, comparación que fue bastante común en las publicaciones dirigidas a Obama. “Métete a tu jaula simio”, escribió otra persona.
Para la Casa Blanca, los tuits fueron malos momentos en lo que por lo demás fue una constante demostración de afecto para Obama, quien estuvo generando seguidores a un ritmo exorbitante –para la mañana de ayer llevaba alrededor de 2.3 millones– y cientos de mensajes de bienvenida a Twitter y elogios por sus políticas e incluso por su apariencia.
“Te quiero mucho @POTUS”, escribió una persona, @camerondallas, en una publicación que fue marcada como favorita más de 15 mil veces.
“Usted nos enorgullece, señor presidente”, escribió otra, @KSchlossDiaz. “¡Me siento honrada por el gran trabajo que usted y @POTUS realizan!”, agregó la usuaria, utilizando el acrónimo de la primera dama de Estados Unidos.
Ayer, la Casa Blanca no dio una respuesta inmediata a la investigación sobre la serie de comentarios racistas que recibió el mandatario.
Pero el fenómeno tiene poco de sorprendente. La cuenta de Twitter @BarackObama, creada hace ocho años y controlada por el grupo liberal activista Organizing for Action –no por el presidente ni por ningún miembro de la Casa Blanca–, ha sido por mucho tiempo blanco de tuits racistas.