Amy Chozick / New York Times News Service
2015-05-07
Las Vegas— Por meses, los activistas hispanos, frustrados por la inhabilidad del presidente Barack Obama para reformar el sistema inmigratorio, han presionado a Hillary Rodham Clinton sobre lo que ella haría diferente.
El martes, Clinton intentó dar una respuesta. En un evento de campaña en Las Vegas, rodeada de estudiantes cuyos padres enfrentan la deportación, abogó a favor de un camino rumbo a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados.
“Debemos, finalmente, en definitiva, arreglar el sistema inmigratorio”, dijo Clinton en una mesa de discusión en la escuela Rancho High School, donde alrededor del 70 por ciento de los estudiantes son hispanos.
“Es una cuestión familiar”, dijo Clinton. “Es también una cuestión económica, pero principalmente es un asunto familiar”.
Hillary Clinton dijo que ella apoyaba la acción ejecutiva inmigratoria de Obama, la cual enfrenta una serie de impugnas en el Congreso y a una corte federal. Clinton también dijo que era una “tontería” pensar que el gobierno podía deportar a un estimado de 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin documentos.
También criticó a los candidatos presidenciales del Partido Republicano que se expresan a favor de otorgarles estatus legal a los inmigrantes indocumentados, pero que se oponen a otorgarles la ciudadanía.
“Cuando ellos hablan sobre ‘estatus legal’, ésas son palabras en clave para decir ‘estatus de segunda clase’”, dijo Clinton.
Muchos de los estudiantes seleccionados a participar en la discusión con Clinton tienen padres que enfrentan la deportación, pero ellos mismos pueden calificar para conseguir el estatus legal. Astrid Silva, de 26 años, quien arribó desde México a la edad de 4 años y a quien Obama mencionó en su informe en torno a la inmigración, el cual fue televisado a nivel nacional en noviembre, fungió como moderadora del panel.
Clinton también abogó por una reforma a las prácticas policiales de inmigración “para que éstas sean más humanitarias, precisas y efectivas”.
En su campaña de 2008, Clinton contaba con un amplio apoyo de la comunidad hispana, mucho más que Obama. Pero desde entonces, Hillary ha estado sujeta al escrutinio, ya que los activistas a favor de los inmigrantes han expresado cada vez más una enorme frustración con ambos partidos.