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Población de EU se aparta de candidatos sobre tema del aborto

Lynn Vavreck / New York Times News Service

2015-05-06

Nueva York— Si se escucha a los líderes partidistas, puede pensarse que Estados Unidos se encuentra irremediablemente dividido acerca del aborto. Por ejemplo, hace poco tres candidatos presidenciales –Mike Huckabee, Rand Paul y Hillary Rodham Clinton– abordaron el tema de manera muy distinta.
Clinton declaró que “aún se les niega a demasiadas mujeres acceso crucial a la atención para la salud reproductiva” alrededor del mundo. Huckabee celebró que la gente creyera en Dios y se refirió al aborto como la “matanza de 50 millones de bebés”, mientras que Paul dijo pensar que el debate sobre si debe ser legal el aborto se concentraba demasiado en los “pormenores exactos” respecto a las excepciones –como permitir a una mujer someterse a un aborto si está en peligro su vida o si quedó embarazada a raíz de una violación.
Pero a diferencia de las opiniones de los activistas de partidos y expertos, la opinión pública acerca de las opciones que las mujeres tienen durante sus embarazos ofrece sorprendentes puntos de acuerdo que cruzan líneas partidistas. Si usted les pide información específica, los estadounidenses coinciden un poco sobre cuándo y por qué deben ser legales los abortos. Es lo que hizo en 2012 un proyecto grande de sondeos financiado con fondos federales.
Estudios sobre Elecciones Nacionales Norteamericanos (ANES, por sus siglas en inglés) reporta la opinión pública recurriendo a una muestra al azar de adultos estadounidenses cada año cuando hay elecciones. En 2012, ANES hizo una típica pregunta respecto al aborto: “En años recientes se ha hablado acerca del aborto. ¿Cuál de las opciones que aparecen en esta página coincide más con su punto de vista?”.
Las opciones eran: (1) Por ley, el aborto no debe permitirse nunca; (2) Las leyes deben permitir el aborto sólo en caso de violación, incesto, o cuando se halle en peligro la vida de la mujer; (3) Las leyes deben permitir el aborto por razones que no tengan que ver con violación, incesto o peligro para la vida de la mujer pero sólo después de que se haya establecido claramente la necesidad del aborto; y (4) por ley, una mujer siempre debe poder conseguir un aborto como cuestión de elección personal.
Los datos mostraron que muy pocos estadounidenses, alrededor del 12 por ciento, creían que el aborto no debe ser legal bajo ninguna circunstancia. Uno de cada cinco republicanos se clasificaron del lado del “nunca legal”, mientras que sólo uno de cada 13 demócratas se manifestó así, pero, en promedio, pocas personas creyeron en la prohibición total.
Del lado opuesto, casi el 60 por ciento de los demócratas y 30 por ciento de los republicanos dijeron que el aborto siempre debe ser legal. En ambos partidos y entre los independientes existe más apoyo para el aborto legal en todos los casos del que existe para la prohibición total. Pero aquí es también donde se ve la mayor brecha partidista de los cuatro resultados –una diferencia del 30 por ciento entre demócratas y republicanos.
No obstante, existen razones para creer que la brecha partidista podría resultar engañosa. Resulta que cuando uno pregunta a la gente dando condiciones específicas –los detalles respecto a las decisiones para abortar– el apoyo del aborto disminuye y desparecen las diferencias entre partidos, aun entre quienes anteriormente habían opinado que todos los abortos deben ser legales en toda circunstancia. Y lo contrario también es verdad: en ciertos casos, la oposición baja y la indulgencia crece. 

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