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Por derecho de antigüedad

Lizette Alvarez / New York Times News Service

2015-05-02

Tampa, Florida— Décadas antes de que Miami bailara a ritmo cubano, Ybor City en Tampa creció y conoció los sonidos del español con acento cubano mientras miles de trabajadores forjaban puros durante el día y planeaban la independencia de la isla de España por la noche.
La ciudad fue la primera piedra de toque para los cubanos de la isla. José Martí, el poeta y héroe de la Independencia de Cuba, solía visitarla durante la década de 1890 para planear la insurrección y recaudar dinero entre los exitosos barones del tabaco y sus empleados. Un joven Fidel Castro repitió los pasos de Martí en la década de 1950, esperando también obtener recursos e inspiración para impulsar su propia revolución. Más tarde, exiliados y antiguos presos políticos de Cuba empezaron a llegar a raudales, escapando de la sujeción de Castro.
Hoy, Tampa vuelve a ser fundamental para Cuba: la ciudad está tomando la delantera en los esfuerzos del gobierno de Obama por reanudar los vínculos diplomáticos con Cuba, decisión que se opone a la ortodoxia de Miami y del gobierno estatal de Florida.
Al cultivar lazos más cercanos con Cuba –postura que algunos aquí adoptaron mucho antes de la declaración del presidente Barack Obama de diciembre–, Tampa se está posicionando para algún día cosechar los beneficios económicos de ayudar a reconstruir al país tan afectado. El puerto de Tampa ofrece un trayecto directo hacia La Habana, lo cual le daría una considerable ventaja si Estados Unidos levanta su embargo económico. Además de eso, funcionarios de la ciudad quieren empezar a restablecer la amistad histórica y los vínculos alguna vez poderosos entre Cuba y Tampa, los cuales se extienden a más de seis generaciones.
“No es posible escribir la historia de Cuba sin Tampa, y viceversa”, comentó Patrick Manteiga, quien dirige el periódico La Gaceta. “La relación entre Tampa y Cuba es muy importante aquí”.
La Gaceta –publicada en inglés, español e italiano– fue fundada en 1922 en Ybor City por el abuelo de Manteiga, Victoriano, quien era cubano y profesor jubilado que leía a los trabajadores de puros durante sus jornadas.
Durante la época de oro de los puros, Ybor City, nombrada en honor a su fundador, un fabricante de puros, estaba llena de ideas radicales y de habitantes. Las huelgas eran comunes, las sociedades de asistencia mutua abundaban, las mujeres trabajaban junto a los hombres, los afroamericanos trabajaban junto a los hispanos y los blancos, y los cubanos obtenían dinero para sus revoluciones en casa.
Ahora, funcionarios de Tampa incluso intentan conseguir la apertura de un consulado cubano aquí –algo que líderes de Miami ven con antipatía. En abril, el Ayuntamiento de Tampa City aprobó la idea de un consulado, al igual que la Cámara de Comercio de Tampa, que por mucho tiempo ha sido partidaria de fortalecer los vínculos entre Cuba y Tampa.
El Ayuntamiento también votó para ofrecer a Tampa como el lugar en el que Estados Unidos y Cuba firmen cualquier acuerdo oficial. Mientras que algunos de los 80,000 cubano-americanos de Tampa no están de acuerdo con la reconciliación con Cuba, la mayoría tiene una opinión favorable, de acuerdo con funcionarios.
“Recibimos con gusto la normalización y creemos que es benéfica para la gente de Cuba”, comentó la concejala Yvonne Yolie Capin, cubano-americana de cuarta generación. “Hace un par de años esto no hubiera sido posible, pero muchas cosas han cambiado. Pese a que algunos se resisten, ésta es la hora de los cambios”.

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