Michael S. Schmidt y David E. Sanger / New York Times News Service
2015-04-25
Washington— Algunos de los correos electrónicos del presidente Obama fueron interceptados por hackers rusos el año pasado en una falla de seguridad del sistema computarizado no confidencial de la Casa Blanca que fue más intrusiva y preocupante de lo que se había reconocido en público, de acuerdo con altos funcionarios estadounidenses enterados de la investigación.
Los hackers, que también accedieron al sistema no clasificado del Departamento de Estado, no parece que hayan penetrado a los servidores celosamente custodiados que controlan el tráfico de mensajes del Blackberry de Obama, que él o un asistente emplean constantemente.
Pero obtuvieron acceso a los archivos de correo electrónico de personas dentro de la Casa Blanca, y quizá de algunos en su exterior, con quienes Obama se comunica con regularidad. De esas cuentas, accedieron a los e-mails que el presidente ha enviado o recibido, de acuerdo con funcionarios al tanto de la investigación.
Funcionarios de la Casa Blanca señalaron que ninguna red clasificada estuvo comprometida, y que los hackers recabaron información no confidencial. Muchos altos funcionarios tienen dos computadoras en sus oficinas, una operando en una red altamente segura y la otra conectada al mundo exterior para comunicaciones no clasificadas.
Pero los funcionarios han reconocido que el sistema no clasificado rutinariamente contiene mucha información que puede considerarse altamente sensible: agendas, intercambio de e-mails con embajadores y diplomáticos, discusiones de movimientos pendientes de personal y legislación, e, inevitablemente, debates sobre política.
Los funcionarios no revelaron la cifra de correos de Obama que fueron tomados por los hackers, ni el grado sensible de sus contenidos. En sí la cuenta de correo del presidente no parece que haya sido hackeada. Asistentes señalan que la mayoría del material clasificado de Obama –como el informe diario matutino presidencial– se entrega de forma oral o en papel (en ocasiones complementado con un iPad conectado a redes clasificadas) y que éstos usualmente están confinados a la Oficina Oval o a la Sala de Situaciones.
Aun así, el hecho de que la comunicación de Obama se encontrara entre los objetivos de los hackers –que se presume están vinculados al gobierno ruso, si no es que trabajando para éste– ha sido uno de los hallazgos más destacados de la investigación. Altos funcionarios de la Casa Blanca tenían conocimiento desde hace meses de la profundidad de la intrusión.
“Éste ha sido uno de los actores más sofisticados que hayamos visto”, señaló un alto funcionario enterado de la investigación.