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Critican táctica de Europa sobre manejo de migrantes

Jim Yardley / New York Times News Service

2015-04-24

Catania, Sicilia— Para los derechohumanistas, uno de los mayores errores que Europa ha cometido en la crisis migratoria mediterránea se dio en noviembre al cerrar la patrulla italiana y programa de rescate conocido como Mare Nostrum. Encabezado por la marina italiana, el programa salvó a miles de migrantes en altamar.
Pero los efectos de ponerle fin, en gran parte debido a motivos presupuestales, llegaron más allá de reducir los esfuerzos humanitarios. Incluso mientras los italianos salvaban vidas, estaban empleando el programa con el propósito de identificar y entablar acciones judiciales contra las redes de tráfico humano responsables del aumento de éste por el Mediterráneo. El programa ayudó a los fiscales italianos a declarar a más de 100 personas culpables de tráfico humano y a levantar cargos contra tres líderes del tráfico en Egipto.
Barcos italianos patrullaban aguas internacionales –haciendo posible la captura de varios traficantes in fraganti–, mientras que a bordo se destacamentaba a agentes ministeriales.
“La Policía podía intervenir directamente”, dijo Giovanni Salvi, el fiscal de mayor nivel en Catania. “Podía identificar de inmediato los teléfonos que estaban usándose, los números y los traficantes. Podíamos intervenir teléfonos. Eso nos permitía grabar conversaciones entre el ‘barco nodriza’ y los jefes en Egipto”.
El programa que sustituyó a Mare Nostrum, conocido como Tritón y dirigido por la Unión Europea, es mucho menos ambicioso, restringido sólo a las aguas contiguas a las costas europeas y sin incluir el robusto elemento de impartición de la justicia. La decisión que los líderes europeos tomaron de no asumir el costo mensual de nueve millones de euros (aproximadamente 9.8 millones de dólares) para continuar el funcionamiento de Mare Nostrum ha sido fuertemente criticada a raíz del fatal naufragio registrado el fin de semana, el cual dejó un saldo superior a 750 migrantes muertos.
Esta semana líderes europeos admitieron en términos prácticos su error y prometieron triplicar los fondos para misiones de búsqueda y rescate al tiempo de destinar asimismo recursos nuevos al combate de las organizaciones de tráfico humano. Pero mientras continúa sin disminuir el flujo de migrantes, la nueva respuesta europea está siendo criticada por su escasa visión y por seguir careciendo del alcance de Mare Nostrum, el cual nunca se contempló como una solución integral.
Y Europa continúa batallando sobre cómo distribuir dinero y personal a salvar vidas en el mar, procesar a los traficantes y abordar las causas del incremento migratorio más cerca de su fuente en regiones de Oriente Medio y África pobres y destruidas por la guerra.    
En Sicilia, donde el embate de la crisis migratoria se está haciendo sentir, no han dejado de llegar barcazas de noche y de día. El viernes, Salvi escuchó un testimonio durante una audiencia cerrada contra el hombre de Túnez acusado de pilotar el bote que se hundió en el accidente fatal, además del de un hombre de Siria que presuntamente estuvo trabajando como su cómplice.

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