John Eligon / New York Times News Service
2015-04-23
Nueva York— La familia de Michael Brown, el hombre afroamericano desarmado a quien un policía de Ferguson, Missouri, mató el año pasado, ayer interpuso una demanda contra el agente por muerte por negligencia, alegando que Brown tenía las manos en alto cuando se hicieron los disparos fatales.
En la demanda civil presentada en un tribunal estatal se sostiene que el policía blanco, Darren Wilson, marcó anticonstitucionalmente el alto a Brown y luego lo provocó antes de terminar acabando con su vida mediante una andanada de balas. En la demanda se pide un mínimo de 75 mil dólares por daños y perjuicios.
Asimismo, en la demanda se menciona como acusados a Thomas Jackson, el ex jefe de Policía de Ferguson, y al gobierno de la ciudad de Ferguson, alegando que éste fomentó una cultura de prejuicios raciales y maltrato de afroamericanos, lo cual dio como resultado la marcación de alto durante la cual Wilson mató a Brown, de 18 años, en medio de una calle residencial.
La demanda se da aproximadamente nueve meses después de la muerte de Brown y a unos cinco meses de que Wilson renunciara a la corporación de Ferguson. Un jurado especial estatal y la investigación realizada por el Departamento de Justicia exoneraron penalmente a Wilson, quien dijo haber actuado en defensa propia cuando Brown lo golpeó y luego arremetió contra él,
En el reporte del Departamento de Justica se encontraron versiones contradictorias de testigos de los últimos momentos de Brown. La evidencia forense y varias versiones de testigos eran consistentes con la aseveración de Wilson en el sentido de que disparó contra Brown porque el hombre estaba arremetiendo hacia él en forma amenazante, y que las manos de Brown no se hallaban elevadas hacia el cielo. Pero algunos testigos dijeron que al parecer Brown estaba tratando de rendirse y se tropezó, yendo a dar contra Wilson antes de recibir los disparos fatales.
Anthony D. Gray, abogado de la familia Brown que ayer permaneció junto a los padres de Brown, Michael Brown padre y Lesley McSpaden, durante la rueda de prensa que tuvo lugar en Clayton, Missouri, dijo que revelarían “datos que nadie ha visto y que han sido ignorados y anotados al pie de las páginas de ciertos informes”.
La muerte de Brown desató un torrente de ira y dio pie a un movimiento de protesta por el trato que la Policía da a las comunidades afroamericanas. Muchos activistas manifestaron que el procurador del condado de St. Louis, Robert P. McCulloch, no había investigado o interrogado en forma enérgica a Wilson.
“En realidad la cuestión es: ‘¿Cuándo va Estados Unidos a desafiar las historias policiales estándar?”, dijo Benjamin L. Crump, otro abogado de la familia Brown.