Donald G. McNeil Jr. / New York Times News Service
2015-04-20
Nueva York— La rabia mata a 59 mil personas al año a nivel mundial, o alrededor de 160 al día –más de lo que se había calculado con anterioridad–, de acuerdo con un estudio publicado la semana pasada.
El reporte, basado en modelos matemáticos, ofrece el nuevo estimado de acuerdo con las muertes reportadas de manera oficial, según sus autores. Fue realizado por la Alianza Global para el Control de la Rabia y publicado en la revista PLoS Neglected Tropical Diseases.
Pese a que India tiene el mayor número de muertes por la enfermedad –con cerca de 21 mil decesos al año–, muchos países africanos cuentan con niveles mayores de mortalidad per cápita. China también registra un alto número de muertes debidas a la rabia.
Pese a que todos los animales mamíferos pueden contraer la enfermedad, el 99 por ciento de las muertes humanas son causadas por mordeduras de perro.
Las personas pueden ser salvadas incluso después de ser mordidas, y las inyecciones modernas contra la enfermedad no son dolorosas. Sin embargo, la vacuna humana cuesta entre 11 y 150 dólares por dosis y rara vez se encuentra disponible en los países más pobres. También, la enfermedad no suele ser diagnosticada sino hasta cuando aparecen los síntomas más evidentes. Para entonces, la muerte es prácticamente inevitable.
La vacunación masiva de perros es el método más económico y eficaz de combatir la rabia, de acuerdo con el estudio. Pero el costo de la vacuna perruna varía en gran medida, desde 20 centavos de dólar por dosis en África Oriental hasta $7 en África Occidental, por motivos que el estudio no aclara.
Los programas de sacrificio –incluso enfocados únicamente en animales de la calle– suelen fracasar porque a menudo son recibidos con protestas. Los amantes de los canes ocultan a los animales sin dueño, y las mascotas no vacunadas fungen como reserva del virus.
La vacunación de perros ha reducido el número de muertes humanas por rabia a prácticamente cero en América del Norte y Sudamérica; las pocas muertes que se registran en el hemisferio suelen ser causadas por mordeduras de murciélago no detectadas.