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Empresas de EU, lejos de poder beneficiarse de acuerdo con Cuba

Victoria Burnett / New York Times News Service

2015-04-15

Ciudad de México— Se había convertido en un escollo político: mientras Cuba permaneciera en la lista del gobierno estadounidense de los Estados que apoyan el terrorismo, no se haría la histórica apertura de una embajada del país en La Habana en más de 50 años.
La decisión del presidente Barack Obama de retirar a la nación isleña de la isla facilitará el proceso de restaurar las relaciones diplomáticas entre los países y eliminará el estigma que ha mantenido al margen a bancos e inversionistas. La decisión también abre la puerta para que el país acceda a préstamos multilaterales.
Pero mientras que el cambio de designación facilitará a compañías no estadounidenses hacer negocios con Cuba, en términos prácticos, las empresas de Estados Unidos enfrentarán una situación diferente, de acuerdo con expertos.
Las compañías estadounidenses que busquen exportar televisores o autos a Cuba, o construir hoteles en el país, aún enfrentarán la maraña de sanciones que comprende el embargo comercial de Estados Unidos –una compleja red de estatutos, regulaciones y órdenes ejecutivas que sólo el Congreso puede eliminar.
“Será un largo camino”, comentó Philip Peters, presidente del Centro de Investigación Cubana, en Virginia. “Los estadounidenses aún no pueden invertir en Cuba. Y no pueden comercializar toda una serie de productos y servicios”.
Dicho lo anterior, el impacto económico de borrar a Cuba de la lista de terroristas será “muy grande”, indicó por teléfono. Lo anterior se debe a que el hecho de estar en la lista creaba “la suposición de que todo lo que Cuba hacía era ilícito”, dijo Peters. “Era como si Cuba fuera radiactiva para el mundo financiero”.
John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y de Economía entre Estados Unidos y Cuba, señaló que retirar al país de la lista “reduce de manera inmediata los costos de hacer negocios con el gobierno cubano”.
“Reducirá la tasa de interés que habrán de pagar puesto que las tasas de intereses reflejan los riesgos, y ahora el riesgo es menor”, indicó, agregando: “Este cambio es exponencialmente de mayor valor para el gobierno cubano que para el gobierno de Estados Unidos”.
Ayer, el Departamento de Estado declaró que Cuba y Estados Unidos negociarían con respecto a Chesimard y William Morales, fugitivo puertorriqueño buscado en relación con una serie de bombardeos en Nueva York durante la década de 1970, como parte de las pláticas sobre cooperación binacional.

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