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Sin regular, industria de cigarros electrónicos en China

David Barboza / New York Times News Service

2014-12-13

Shenzhen, China— En un sucio taller, entre contenedores de químicos hirvientes, los trabajadores de una fábrica se ocupan de transformar varillas de acero inoxidable en tubos delgados, un componente crucial en los cigarrillos electrónicos. No hace mucho, la empresa Skorite Electronics era una pequeña compañía que batallaba para producir esta parte. Actualmente, es parte de una cadena de producción enorme –y prácticamente sin regulación– con actividades en la ciudad que produce cerca del 90 por ciento de los cigarrillos electrónicos del mundo.
Este año, los fabricantes chinos esperan enviar más de 300 millones de cigarrillos electrónicos a Estados Unidos y Europa, donde se colocarán en los anaqueles de Wal-Mart, 7-Eleven, tiendas en gasolineras y en establecimientos especializados.
Estos instrumentos se han vuelto muy populares, particularmente entre los jóvenes adultos, no obstante que los fabricantes de cigarrillos electrónicos en China operan con poca supervisión. Expertos aseguran que un proceso de fabricación imperfecto o descuidado permitiría la interacción con metales pesados, carcinógenos y otras sustancias dañinas, como el plomo, aluminio y zinc, que ha sido detectado en algunos de estos dispositivos.
Un estudio encontró en estos cigarrillos vapor con los peligrosos elementos níquel y cromo en cuatro veces el nivel encontrado en los cigarrillos tradicionales. Otro descubrió que la mitad de los cigarrillos electrónicos inspeccionados no funcionaban bien y algunos emitían vapor contaminado con fibras de silicón.
También hay reportes en Estados Unidos de algunos cigarrillos electrónicos que explotaron a causa de una batería de litio-ion o por sobrecarga eléctrica, produciendo quemaduras.
“Necesitamos conocer de qué están hechos los cigarrillos”, señaló Avrum Spira, especialista médico en la Escuela de Medicina de la universidad de Boston. “Y su fabricación es parte crucial de ese entendimiento”.
Una revisión a cargo del New York Times de las operaciones de manufactura en Shenzhen descubrió que varias instalaciones están legítimamente constituidas y efectúan controles de calidad, pero otros talleres más laxos no contaban con equipos de pruebas sanitarias, o que se especializaban en imitaciones, a menudo con partes más baratas. El Times visitó varias de estas fábricas en Shenzhen, incluyendo un taller de imitaciones establecido en el garaje de una casa y otro que exhibía modelos de imitación con cigarrillos electrónicos llamados “Russian 91%”, el cual uno de sus capataces aseguró que estaban destinados para Estados Unidos.
La industria de los cigarrillos electrónicos en China se ha desarrollado en forma diferente de otras industrias como la de juguetes, vestido y smartphones, donde las marcas transnacionales subcontratan su manufactura aquí pero monitorean y aplican sus estándares de calidad. Las empresas chinas fueron las primeras en desarrollar los cigarrillos electrónicos, y ocurrió dentro de un vacío regulatorio. En Estados Unidos, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) inició actividad para regular estos cigarrillos, trabajando en la creación de regulaciones que se aplicarían a fabricantes a nivel mundial, en China y resto del mundo, para ofrecer a la agencia con un listado de materiales y detalles sobre el proceso de fabricación.
Pero los analistas indican que aplicar estas reglas y nuevas pautas de manufactura puede llevar años. Mientras tanto, las empresas chinas están acelerando su paso, a la espera de conseguir ganancias y participación en el mercado antes de que el escrutinio regulador llegue y obligue a varios de estos fabricantes a cerrar sus puertas.
“Realmente es una industria caótica”, señaló Jackie Zhuang, vicepresidente general de Huabao International, una empresa china de tabaco saborizado en Shanghai y experto en el mercado chino de cigarrillos electrónicos. “Espero que pronto estén bien regulados”.
Los gigantes del tabaco a nivel mundial que han ingresado en el segmento de los cigarrillos electrónicos también manufacturan su producto en China, e insisten en llevar controles férreos.
Altria, previamente conocido bajo el nombre de Philip Morris, vende cigarrillos electrónicos de la marca MarkTen. En un comunicado, Altria señaló: “MarkTen se manufactura en China por Nu Mark (subsidiaria de Altria), a través de un fabricante establecido de cigarrillos electrónicos, que sigue las especificaciones establecidas y los requerimientos de calidad de Nu Mark con medidas detalladas en el control de calidad”.
Sin embargo, los fabricantes de menor perfil son más representativos del ramo en este país.

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