Gerardo Olvera
Agencia Reforma
Ciudad de México— Un ataque a balazos en la casa del cardenal Norberto Rivera, en la colonia Florida, en Álvaro Obregón, dejó ayer un agente de la Policía Bancaria e Industrial muerto.
Los reportes de la SSP y de la Procuraduría indican que, hacia las 15:00 horas, tres hombres descendieron de una camioneta que se estacionó junto al domicilio del Arzobispo Primado Emérito de México.
Uno de ellos fingió ser de una empresa de mensajería y dijo que debía entregar un sobre.
Cuando le abrieron el portón, dos atacantes más se sumaron y los tres intentaron atacar al agente José Javier Hernández Nava, de 41 años y con seis años como escolta del cardenal.
El policía forcejeó con los agresores y los enfrentó a balazos, pero recibió tres tiros: en el maxilar del lado derecho, en el tórax y en el empeine derecho.
Los delincuentes salieron de la casa corriendo, abordaron la camioneta y escaparon. Al parecer uno de ellos iba herido.
“Yo platiqué con el cardenal desde que llegué y él estaba al fondo de su casa, no estuvo en riesgo”, dijo el jefe de la Policía, Raymundo Collins.
Exige Episcopado aclarar agresión
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exigió a las autoridades locales esclarecer la balacera registrada ayer en la casa del cardenal Rivera.
El organismo religioso, que aglutina a todos los obispos católicos de México, reconoció que tras la agresión la Policía capitalina prestó su servicio de manera inmediata.
La CEM expresó su cercanía, solidaridad y apoyo al cardenal y a la familia del policía asesinado durante la agresión.
“Pedimos por el eterno descanso del policía y por su familia para que nuestro Señor Jesucristo y nuestra madre Santa María de Guadalupe los fortalezca en estos momentos de dolor”, difundieron en un comunicado.
El escrito fue firmado por el cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y presidente de la CEM, así como por Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey y secretario general de la CEM.