Reforma
2018-08-30Ciudad de México— Con música, flores y apapachos, pobladores de la Mixteca alta armaron una improvisada fiesta frente a la casa de transición de Andrés Manuel López Obrador.
De manera inusual, tras haberse reunido con embajadores de Asia y el Pacífico, el tabasqueño salió caminando de la oficina de transición para saludar a los oaxaqueños, que tras horas de fiesta, lo pusieron a moverse, de un lado a otro, intentando bailar, mientras lo colmaban de porras y muestras de cariño.
Vestidas las mujeres con trajes típicos -blanco con morado, verde y rosa mexicano- y ellos con tambores y trompetas en las manos, convirtieron lo que en inicio era una petición a López Obrador de que les ayude con la construcción de carreteras y caminos, en un auténtico carnaval de la Mixteca.
El escándalo se logró escurrir dentro de las paredes de Chihuahua 216, mientras que, como se escucha en un video compartido por el propio Presidente electo, en el recinto tenía lugar un encuentro con los embajadores de algunas de las principales economías del mundo.
"Que nos incluya dentro del proyecto 2019, básicamente nuestras carreteras que necesitan mantenimiento, y con infraestructura nueva", mencionó Jacqueline Diego.
Acompañado por su equipo de "ayudantías" de seguridad, López Obrador trató de convivir con los oaxaqueños, lo que hizo que la fiesta al final concluyera en un tumulto lleno de empellones y acusaciones entre camarógrafos y simpatizantes.
Aunque con la canasta de flores sobre la cabeza, el futuro Mandatario dio un par de pasitos, tuvo que interrumpir, ante toda la agitación del momento, no sin antes prometerle a los oaxaqueños que pronto irá a sus comunidades para, entre otras cosas, finalizar el baile.
"Va a ir a nuestra comunidad para que vayamos nosotros porque no pudo bailar él, quería bailar con la banda", manifestó Margarita Santiago, de Santo Domingo Yanhuitlán.